“Consultora del orden”. Con estas palabras se autodefine Marie Kondo en el mensaje final de “La magia del orden: una novela ilustrada”, que –con ilustraciones de Yuko Uramoto- fue editada por Editorial Aguilar, el mismo sello que publicó en castellano las anteriores obras de esta japonesa que con menos de 30 años logró ser considerada una “gurú internacional”.

Marie Kondo, también conocida con Konmari

El libro, realizado inteligentemente en estilo manga japonés, relata la historia de Chiaki, una mujer que “sobrevive como puede en un departamento de Tokio donde reina el caos, con una complicada vida amorosa y sin un objetivo concreto, nada a lo que aspirar”. Tras recibir una queja de su vecino por el deplorable estado de su balcón, Chiaki pide ayuda a Kondo y se convierte en una de sus clientas. “A través de una serie de seiones práctica e inspiradoras, la japonesa le enseña a Chiaki a poner en orden no solo su hogar sino también su vida.

¿De qué se trata, entonces, el tan mentado método Konmari? Según explica la propia autora a través de sus libros e innumerables videos disponibles en la web, la base es preguntarse si determinado objeto (puede ser desde una remera hasta un par de medias, pasando por bibliotecas enteras) nos hace felices. Según la autora de “La magia del orden”, responder a esa pregunta debería no solo ayudarnos a hacer una limpieza de todas nuestras cosas materiales: será también el inicio de un cambio de vida.

He visto que ordenar trae felicidad a la vida de las personas –afirma Marie Kondo desde las últimas páginas de su novela gráfica-. El trabajo, las relaciones, enamorarse… la magia del orden influye positivamente en todos los aspectos de la vida”. Y añade, con un estilo repetitivo que parece ser la marca de todo su mensaje: “ Si quieres más felicidad en tu vida, prueba a ordenar siguiendo los consejos de este manga. El efecto será mayor del que esperas”.

Para comprender mejor la propuesta de la autora cabe recordar que Marie Kondo nació en Japón en 1984 y que comenzó a leer revistas de amas de casa a los cinco años. Desde entonces, está fascinada con “el orden y la belleza de los espacios bien organizados”. A partir de los 15 años empezó a estudiar seriamente los métodos para imponer el orden: comenzó con su propio dormitorio y luego se trasladó a sus hermanos.

Hoy tiene un negocio de gran éxito en Tokio, donde ayuda a sus clientes a “transformar sus hogares en espacios abarrotados de belleza, la paz y la inspiración”. Su propuesta también se convirtió en un fenómeno en Estados Unidos y en la Argentina, donde se hizo popular hace aproximadamente dos años.