De un lado, tiene un sillón gigante con forma de vagina. Enfrente, unas chicas muy monas montadas sobre ostentosas y sensuales motos. Y del otro del salón, un perchero con ropa sexy y una intrigante tarotista. Sin embargo, el stand de la librería El Atril es uno de los más concurridos de la Expo Erótica, que durante este fin de semana -sábado 16  y domingo 17 de julio- se desarrolla en el Sheratton Hotel de Mar del Plata.

El stand es atendido por Martín, quién se encuentra ataviado con un llamativo sombrero que muy probablemente no utiliza cuando trabaja en los locales de la tradicional librería marplatense.

“Si, acá es bastante diferente” confirma a Revista Leemos, mientras espera que algunas clientas decidan si llevarán los libros que eligieron. “Acá todo fluye de otra manera –describe-. En la librería hay gente que se acerca al sector destinado a sexualidad, pero no tanta y a veces miran e incluso compran, pero preguntan poco. Acá directamente vienen y preguntan con más desinhibición, lo que por otra parte es lógico, porque si están en esta Expo, es porque el  tema les interesa”.

Parado junto a numerosos ejemplares de 50 sombras de Gray, Martín reconoce que el boom de la saga de E.L. James ayudó a impulsar el  rubro. “Sirvió para abrir la puerta –reflexionó-. A partir de esos libros muchas personas, principalmente mujeres, se animaron a hablar de estos temas, que por ahí antes eran tabú, y a leer estos libros”.

Martín reconoce que  una de las herederas de James es Megan Maxwell, una de las autoras de novelas erótico-románticas más populares del momento. Pero aclara que también hay otros autores que ofrecen literatura erótica de buena calidad, como los argentinos Marcelo Caballero (autor de Allá abajo, crónicas de adoctrinamiento femenino, libro artísticamente editado por La Esquina de los Vientos), Osvaldo Bazán (cuyos cuentos y novelas  encuentran en la comunidad gay a fieles seguidores) o la exitosa Florencia Bonelli.

A estas ofertas El Atril suma en su stand a clásicos del segmento como Charles Bukowski, Lolita (de Vladimir Nabokov) o El marqués de Sade, entre otros, así como otros títulos que no son de literatura pero sí sobre sexualidad, como los escritos por la mediática Alessandra Rampolla.

Literatura o no, de calidad o no, lo cierto es que los libros que abordan la sexualidad y el erotismo ya no solo han dejado de ser tabú sino que cuentan con un público cada vez más numeroso,  desinhibido… y comprador.  La Expo Erótica de Mar del Plata es una prueba de ello.