La semana pasada el mundo se conmovió ante las imágenes de la destrucción de parte de la selva amazónica en Brasil y Bolivia por los numerosos e incontrolables incendios forestales. Referentes de todos los países se pronunciaron con frases grandilocuentes o sencillas, con actos multitudinarios o simples publicaciones en redes sociales. Claramente la protección del medio ambiente es un tema en la agenda pública.

En este contexto, la editorial Lumen acaba de publicar Cambiemos el mundo, un libro que recoge los discursos de Greta Thunberg, la chica sueca que el año pasado inició una huelga por el clima que se realiza todos los días viernes y que cada semana suma más y más adherentes en todo el globo.

La pequeña publicación tiene la contundencia de sus palabras: la de la desesperación de una generación entera que ve horrorizada cómo todos los días se enseña en las escuelas a no tirar papeles en el piso o reducir al máximo el uso de plásticos descartables, al tiempo que los gobiernos de los países centrales no se ciñen a los acuerdos de preservación ambiental que ellos mismos proponen, continúan permitiendo la sobre explotación de los recursos naturales y la industria toda sigue cimentándose sobre la base de combustibles fósiles.

El cambio climático está en el centro del debate. La crisis climática, como la denomina Thunberg, es un modo de llamar la atención pero también de exigir un tratamiento del tema como tal. “Quiero que entren en pánico”, les dice a las y los parlamentarios suecos, a referentes de la ONU y del Consejo Económico de la Unión Europea: “Quiero que actúen como si nuestra casa estuviera ardiendo”, reclama ante quienes son considerados líderes del mundo en el Foro de Davos.

Las imágenes del Amazonas en llamas son por demás elocuentes, mientras que las explicaciones del presidente brasileño Jair Bolsonaro frente a esto son exasperantes. En este marco, la publicación de Greta Thunberg es un pedido de auxilio, literal. Y lo hace con un libro en papel, lo que puede ser contradictorio pero que sin duda se adecúa a los soportes y el lenguaje del público al que busca llegar.

@trianakossmann