Normalmente uno lee el libro primero y luego ve la película. Pero con la película Mal di Pietre, de Milena Agus (en castellano Mal de Piedras), llevada al cine por Nicole García, hice una excepción. De hecho, fue la primera vez que sin haber terminado el libro (me faltaban apenas 20 páginas) decidí ir al cine y enterarme del final desde el punto de vista de la directora de la película.

Me intrigaba saber cómo reflejaría en imágenes semejante historia, tan bien relatada, quizás inventada pero que en todo caso, por momentos se me ponía la piel de gallina.

Cuando leí el  título del libro pensé que se trataba de una casa construida con viejas piedras típicas de los pequeños pueblos con  estilo europeo. Pero rápidamente me vi reflejada en el relato de la autora cuando describe la relación entre la abuela y la nieta o, mejor dicho, entre la “nonna” y la nieta.

Esta vez me quedo con el libro porque en solo 150 páginas está la concentración de toda una vida contada en tercera persona por la nieta del personaje principal.

En 1943, la segunda guerra mundial estaba en pleno apogeo y directa o indirectamente influenciaría la vida de la nonna. Los personajes no tienen nombre pero poco importa porque se respira en cada línea, puntos y comas, la brisa de la familia italiana. Creo que Marion Cotillard (actriz francesa oscarizada por su brillante encarnación de Piaf) interpreta bien el personaje un poco anormal y con un toque de locura que describe Milena Agus, la autora del libro.

Pero la película no está filmada en Cerdeña ni en Milán, no se conocen todos los integrantes de la familia y la nieta no forma parte de la historia.

En la pantalla grande todo sucede en el sur de Francia, cerca de Marsella, no se respira (como yo lo hubiera deseado) el aire perturbado de la relación entre los dos personajes principales.

Me quedo con el actor español Alex Brendemûl porque en las imágenes es una persona callada, tímida pero que tiene consideración por su esposa a quien ni siquiera conoce, pero que ama a su manera, con paciencia y tolerancia.

Nicole García, actriz y directora francesa, logra asimismo llevar a la pantalla grande la idea principal y mantener hasta el final la intriga que nos insta a leer el libro en solo 72 horas.

 

*Andrea Montiel es profesora de Castellano. Actualmente está radicada en Francia y edita la web Coach de Langues.