Por primera vez desde el retorno de la democracia, este 24 de marzo las calles argentinas estarán vacías. No habrá actos populares, ni festivales por la memoria ni pañuelos blancos encabezando marchas multitudinarias.

La decisión fue tomada por los organismos de Derechos Humanos de todo el país, en consonancia con las medidas adoptadas por el gobierno nacional en el marco de la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, el día no pasará desapercibido. La conmemoración de los 44 años del último golpe cívico, militar y eclesiástico en la Argentina será virtual, pero será.

Revista Leemos se suma con estas 10 recomendaciones de libros que tocan, desde diferentes lugares, el tema de la última dictadura y sus consecuencias tanto políticas, como sociales y culturales. Porque las calles estarán vacías, pero los 30.000 están presentes. Ahora y siempre.

Nunca más

Es imposible no comenzar una compilación de libros relacionados con la última dictadura sin recomendar la lectura (o relectura) del informe de la Comisión nacional sobre la Desaparición de Personas. Como se recordará, dicho organismos fue creado por el Poder Ejecutivo Nacional en diciembre de 1983 con el objetivo de intervenir activamente en el esclarecimiento de los hechos relacionados con la desaparición de personas, ocurridos en el país. El Nunca más es un claro testimonio de la necesidad de nuestra sociedad de conservar vigente el doloroso recuerdo de la época más oscura que ha conocido la historia nacional; es una demostración de que a lo largo de los años que nos separan de aquel trágico período, la comunidad argentina no ha querido distanciarse de su historia, por mucho que sea el horror que despierte su recuerdo. Es necesario más que nunca reafirmar la consigna que el pueblo argentino hizo suya a partir del título de este libro.

Podés acceder a la versión digital en este enlace: https://www.eudeba.com.ar/E-book/9789502318158/Nunca+m%c3%a1s

Una muchacha muy bella, de Julián López

Una estatua del Botánico, un pullover tejido con ochos, comida preparada de a dos. Son las piezas entrañables del tiempo en que una madre sola y su hijo han pasado juntos hasta el secuestro o muerte de ella. En Una muchacha muy bella, un testigo-narrador no recuerda para evocar la vida de una víctima sino para hacer existir a su madre bajo la luz de su mirada amorosa, con la precisión de sus metáforas, la misa a las pequeñas cosas. Con una prosa finísima y una morosidad de detalles propia de la letanía pero también del poeta, Julián López ha escrito un libro inolvidable.

La casa de los conejos, de Laura Alcoba

La hija de una militante en la guerrilla montonera, una niña de apenas nueve años, pasa a la clandestinidad junto con su madre. Se mudan de Capital a La Plata, a una casa donde se supone que se crían conejos, y que en realidad es la imprenta del periódico de oposición Evita Montonera.

Desde los ojos de esa niña, el horror. Fue publicado en 2008 y pertenece a una saga que continuó con El azul de las abejas y La danza de la araña, que acaba de publicarse.

Dos veces junio, de Martín Kohan

Una novela en la que la realidad de una época –los últimos años de la  dictadura militar en la Argentina- encuentra la voz y las voces capaces de recrearla sin autocompasión, regodeo ni misericordia. Un médico, un conscripto, un cuaderno con faltas de ortografía: en lo que parece un conjuro, el autor reúne nuevas evidencias de horror y las distribuye o las disimula dentro de una trama con diferentes niveles, que actúa a la vez como coartada dramática y como sutil sistema de alarmas. Logra así poner en escena una verdadera pesadilla.

Cuarteles de invierno, Osvaldo Soriano

En este caso el pueblo de Colonia Vela es un pequeño ejemplo de la Argentina toda. Allí fueron invitados por las autoridades militares, el cantor de tangos Andrés Galván y Tony Rocha, un boxeador olvidado que fue contratado para pelear contra la promesa local y es instado a perder la pelea.
Ambos son las figuras de los espectáculos que se realizarán en la fiesta de aniversario del pueblo, pero los protagonistas intentarán cumplir sus objetivos sin dar demasiada entidad a las intenciones de los militares.
El autor nos habla del clima enrarecido de aquellos años oscuros, de la tensión, del poder opresor que todo lo achataba a su voluntad.

1982, de Sergio Olguín

La novela comienza exactamente el día del desembarco argentino en las Islas Malvinas. El papá de Pedro es uno de los oficiales de ese primer grupo de soldados, pero el muchacho se quedó en casa junto a Fátima, la joven esposa del militar.
Entre ellos nace un amor irrefrenable, que viven con pasión hasta el regreso del “héroe de guerra”. Luego todos los engranajes saltarán por los aires.

Con el corazón al sur, de Gabriela Exilart

A fines de los años setenta, una mujer huye de su pueblo natal, en la provincia de Río Negro, escapando de su esposo agresivo y llega a la ciudad de Buenos Aires con sus pequeños hijos, buscando comenzar una nueva vida.
Pero allí la tensión de la represión camina por las calles angostas y ella misma es acechada por otro ejemplo de uso del poder represivo del estado para venganzas personales.
La salida es exiliarse en París, como miles de argentinos debieron hacer en aquél tiempo si querían sobrevivir.

El fin de la historia, de Liliana Heker

Se trata de una historia que despertó una fuerte polémica en la década del 90′, cuando se publicó esta novela que se mete de lleno con los años más duros de la democracia, pero desde otro lugar. Y es porque esta vez no hay narración épica ni heroísmos, sino todo lo contrario: una líder militante es secuestrada y luego de las sesiones de tortura de rigor, empieza a colaborar con la dictadura.
Su amiga escritora intenta contar la historia de esta mujer, pero las palabras no parece ser suficientes para tratar de comprender cómo opera el horror en cada persona.

¿Qué pasó con mi padre?, de Victoria Branca

Es una búsqueda de respuestas de una hija que, muchos años después de la desaparición del empresario papelero, intenta reconstruir aquellos hechos, aquél padre y sus propias memorias.
Este es uno de los casos que llevó al genocida Eduardo Emilio Massera al banquillo de los acusados por primera vez.
A través de reflexiones propias, recuerdos difusos, las constantes contradicciones del expediente judicial y una incansable pregunta, la autora da cuenta, no sólo del miedo y el silencio de aquellos años, sino también de la utilización del estado y el poder represivo que utilizaron los jerarcas de la dictadura para amasar fortunas.

ESMA, de Juan Carrá e Iñaki Echeverría

Se trata de una novela gráfica en la que un periodista debe cubrir el Mega Juicio contra la represión en la Escuela de Mecánica de la Armada durante la dictadura cívico-militar eclesiástica. El dolor, la muerte, la desesperanza camina por los pasillos del tristemente célebre centro clandestino de detención.
Es, en suma, un documento histórico que aborda con otro lenguaje y desde otra mirada un hecho que 44 años después nos sigue horrorizando.