Tras leer La inteligencia del sueño. Fantasmas, apariciones, inspiración de Anne Dufourmantelle -Nocturna Editora- Carolina Bugnone* comparte sus reflexiones con Revista Leemos: un texto profundo y poético que nos invita a dejarnos hipnotizar por la “bellísima prosa y las volteretas poéticas” de la filósofa y psicoanalistas francesa.
¿Qué es este libro que nos recibe, por su diseño, con una traba en la portada para ser abierta como un pequeño cofre, y una estética sobriamente oscura? No es un libro que aporte al trabajo clínico a partir de los sueños. No es un tratado filosófico sobre lo onírico, ni una revisión o retome de las ideas psicoanalíticas sobre el sueño. Tiene algo de todo aquello, y es, por momentos, un libro en el que se despliega un único y gran poema.
Los sentidos se deslizan, cuando uno cree haber apresado alguno, zas, se desvanece, se funde con otro, se desplaza, se transforma… tal como cuando soñamos. ¿Qué hace Anne D.? Juega con nosotros, lectores un poco extraviados e hipnotizados por su bellísima prosa y sus volteretas poéticas. Las notas de las traductoras, que aparecen a modo de prólogo, Karina Macció y Fernanda Restivo, son esclarecedoras, además de hermosas por sí mismas.
“Oraciones largas, complejas, que pierden o confunden su sujeto o su objeto, cuántas veces debimos rearmar entidades rotas, y lo hicimos intentando no renunciar a la ruptura, pero con la certeza de que ese tránsito no debía ser cómodo (…) Lo más importante no puede traducirse”, dice Karina Macció.
Y luego Fernanda Redivo “¿Habría que leerla como Freud dice que escribe el sueño? Con imágenes-letras que sólo cumplen la función de indicar el sentido en el que hay que leer determinada frase”.
Leer a Anne D. es disponerse a sumergirse en su mar, el lector, la lectora, podrá dar brazadas más o menos montadas sobre el texto, o sucumbir. Su agua divaga en torno a algunos tópicos: el sueño como mensaje en manos de un ángel o demonio, un genio del sueño; como inteligencia, como acontecimiento imprevisto, como anunciación, como estado del sujeto, como revelador de la verdad, como vector de conversión.
Respecto de esto último, Anne dice “El sueño, desde el borde más sensible de nuestro deseo, expresa eso que está en gestación pero sobre todo, él es en sí mismo, una fuerza de mutación; un vector de conversión. Es por eso que nos eleva. Eso que los Indios sabían, que los ritos iniciáticos toman al sueño con seriedad y al viaje en esos territorios como uno de los más peligrosos”.
Así, durante este libro, el sueño será tomado en toda su seriedad, es decir, como algo trascendente -aunque evanescente- para entender lo humano, tal como se lo concebía en el Medioevo, o incluso en culturas aborígenes actuales. Anne le da una consistencia que colisiona, a la vez, con lo efímero aún de sus propias definiciones: “La voz del genio es sonámbula, no atrapa nada, no queda prendada por nada, naufraga entre dos fuentes, dos vertientes de la palabra, como la escucha analítica, como el sueño antes de ser llamado o de ser verdaderamente oído”.
Es un libro que no se cierra en definiciones claras y evidentes, sino por el contrario, se abre en pasajes, bandas de moebius, deslizamientos que recorren líneas de la filosofía y del pensamiento psicoanalítico. Y es, ciertamente, un gran poema, con todo lo que ello significa para el psicoanálisis: la poesía, con su “a medio decir”, revela la verdad.
*Carolina Bugnone nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, en 1974. Tiene publicados los libros Humo (Premio Osvaldo Soriano en Cuentos – 2011), Hasta las seis hay tiempo (Milena Caserola – El 8vo loco, 2013), Cuando te despiertes, las chicharras (Goles Rosas, 2015), Los perros de mi vecina (Goles Rosas, 2017), Las primas de Villaguay (Peces de Ciudad, 2017), Se nota que sos nuevita (Malisia, 2019) y Una niña ideograma (Halley, 2021). Además, es co-guionista de la audioserie “Chechu te ayuda” (PODIMO, 2020), coordina talleres de escritura creativa con niños y adolescentes desde 2015, y co-coordina una clínica de poesía. Por si fuera poco, hace música y es psicoanalista.