El periodista e investigador Felipe Celesia estará el domingo 5 de octubre a las 19 en la Feria del Libro Mar del Plata Puerto de Lectura para presentar su nuevo libro, La muerte es el olvido, invitado por la Universidad Nacional de Mar del Plata en el evento editorial más importante de la agenda local.

Estará acompañado por su colega Juan Carrá, y se referirá a la investigación que acaba de publicar la editorial Paidos en la que reconstruye la historia del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), el grupo de investigadores que le devolvió la identidad a miles de víctimas de crímenes de masas y que trabajó en los casos más resonantes aplicando la ciencia y acompañando la búsqueda de justicia por parte de sus familiares.

Antes de su paso por nuestra ciudad, Celesia charló con Revista Leemos sobre este nuevo libro que escribió individualmente, luego de una larga trayectoria de publicaciones en conjunto con Pablo Waisberg, tales como La Tablada, a vencer o morir; Firmenich; La ley y las armas; y, el más reciente, La noche de las corbatas.

¿Qué te atrajo del Equipo Argentino  de Antropología Forense para escribir su historia?

-El prestigio del equipo fue el primer dato para evaluar la posibilidad de un libro. Pero lo que me atrajo más que nada fue el relato de origen que tenían: un tejano que viene en la apertura democrática y los invita a una aventura peligrosa pero muy importante en términos sociales. Con el tiempo me fui dando cuenta que la historia del EAAF se correspondía con la estructura del mito del héroe, esto es, alguien a quien se le plantea un desafío, duda, se anima, tiene muchas dificultades y finalmente cumple su objetivo, triunfa. Además, ellos eran un héroe colectivo. La historia era fascinante.

-Antes de empezar a tu trabajo para este libro sobre el Equipo, ya conocías su historia. ¿Qué te arrojó de nuevo la investigación?

-A pesar de que tengo muchos años trabajando sobre los crímenes de la dictadura, me sorprendió la perversión de algunos de ellos, que se cuentan en el libro. El caso de Ana María del Carmen Pérez es el horror mismo.

-Es tu primer libro solo. ¿Cómo fue trabajarlo?

-Igual en el método pero con una mayor carga en la investigación y el doble de texto a escribir. Digamos que cambia la escala de trabajo pero no el trabajo en sí.

Origen, compromiso e investigaciones de vanguardia

El tejano al que hace referencia Felipe Celesia es Clyde Snow: un estadounidense  que llegó en 1983 a nuestro país en respuesta a una solicitud de las Abuelas de Plaza de Mayo para ayudar en la identificación de cadáveres de las personas desaparecidas bajo la última dictadura cívico militar. Solo algunos estudiantes de antropología se animaron a unirse a él en el trabajo, y al tiempo fundaron el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Vos que lo investigaste a fondo, ¿cómo definirías en pocas palabras a Clyde Snow?

-Un gringo rural, con el corazón puesto en el lugar correcto, apasionado antropólogo, que encuentra en la Argentina un renacimiento y un grupo de chicos a los que dejarle su legado.

-Además del trabajo con las personas desaparecidas durante la última dictadura en Argentina, el Equipo realizó otras misiones fuera del país. ¿Hubo alguna que te impactó más que otras?

-La masacre de niños en El Mozote, El Salvador, a principios de los 90. El relato de Rufina Amaya, que perdió cuatro de sus cinco hijos en el episodio. La negación de la condición humana.

-Se dice que una de las características del Equipo es que, al trabajo técnico, le suman un trabajo humanístico importante, que se caracteriza por tener en cuenta a la o las personas que hay detrás del material con el que trabajan…

-El diferencial del equipo fue ese mismo: el compromiso con los familiares y el entendimiento que debían ser parte central de sus proyectos, con lo difícil que eso puede ser, porque no todos quieren lo mismo, sienten lo mismo, deciden lo mismo. Tuvieron, tienen, que trabajar con esa variable. La tarea que hacen trae consecuencias. Están en contacto con horrores muy profundos pero por otro lado tienen fabulosos estímulos de los familiares y de la sociedad, que les devuelve una gran imagen de ellos mismos y mucha recompensa simbólica.

-También se dice que la ley de Identidad de Género de Argentina es tan de vanguardia que se volvió un artículo “de exportación”. ¿El EAAF también lo es?

-Sin duda, el EAAF es vanguardia en muchos sentidos. No hay otro equipo de forenses como ellos, que hayan intervenido en todos los continentes, con esos resultados y con su bagaje histórico. Un ejemplo: el modelo de intervención en las Islas Malvinas para el reconocimiento de los soldados desconocidos se está convirtiendo en una pauta mundial.

@limayameztoy