Que un libro de investigación periodística se convierta en un boom de ventas en plena temporada de verano es, de por si, un hecho que llama la atención. Pero que además ese libro sea de denuncia, que salpique tanto de un lado como del otro de la grieta y hasta ponga el dedo en la llaga señalando las responsabilidades individuales –por acción u omisión- que todos los argentinos tenemos en el flagelo de la corrupción, ya califica como fenómeno digno de estudio.

El responsable de este suceso es el abogado y periodista Hugo Alconada Mon, autor del libro más vendido en el rubro de no ficción del momento: La raíz de todos los males, texto en el que deja al desnudo los mecanismos que utiliza el poder para garantizar la corrupción y la impunidad en la Argentina.

La Raíz de todos los males, editado por Planeta

Poco antes de presentar el libro en Mar del Plata, en el marco del ciclo “Verano Planeta 2019”, Alconada Mon accedió a dialogar con Revista Leemos. La charla es telefónica pero eso no impide que se muestre distendido y proclive a reflexionar sobre el fenómeno generado en torno a su última publicación.

“Estoy enormemente sorprendido” afirma y como si tuviera que corroborar que la frase no es el producto de una falsa modestia, relata: “La verdad es que yo no estaba de acuerdo con publicarlo ahora, cuando lo analizamos en la editorial voté en contra”. Explica que sus motivos eran variados: desde el factor político –no quería que fuera utilizado electoralmente, ni de un lado ni del otro- hasta el económico (“la gente no tiene un peso”), pasando por el estacional: “no es un libro fácil de leer,  no es un libro de reposera”.

-No –coincido- De hecho es un libro que produce un poco de angustia…

-Totalmente  -reconoce él-. Es como agarrarse los dedos con la puerta.

Sin embargo, algo deben saber los editores porque el libro no solo se publicó sino que fue un éxito, al punto que ya va por su segunda edición.

De qué se trata

Aunque escrito en tono didáctico, “La raíz de todos los males” –editado por Planeta en su colección Espejo de la Argentina- no deja nunca de ser un libro de investigación y de denuncia.

A través de sus casi 500 páginas el también prosecretario de Redacción del diario La Nación hace una descripción puntillosa, detallista y hasta en algún punto obsesiva de ese circuito que describe como “putrefacto”.

El sistema argentino de poder real está montado para fomentar la corrupción y garantizar la impunidad del círculo rojo, de la casta que controla las riendas del país” afirma Alconada Mon desde la introducción misma de su libro, en el que explica con espíritu pedagógico cómo se pagan las coimas en la Argentina, cómo se cartelizan los empresarios, cómo se arregla con los sindicatos, cómo se mueve, cómo se esconde y cómo se lava el dinero negro.

Nadie se salva en el libro: desde los funcionarios públicos –tanto de la gestión actual como las anteriores- hasta las fuerzas de seguridad, pasando por la Justicia, los servicios de inteligencia y el periodismo.

“Tener que hablar de mis colegas fue uno de los momentos más incómodos de la investigación” reconoce el autor, quien recuerda que tras un primer momento de ingenuidad –“la primera vez que me hablaron del tema pensé que era un caso aislado”- entendió que se trataba de algo mucho más grande y que, si quería que su investigación fuera creíble, no podría dejar de abordarlo. “No podía limitarme a mencionarlo al pasar, en un simple párrafo, así que lo encaré y terminó siendo un capítulo entero del libro” relata.

El desafío del mensaje

El panorama parece desolador. ¿Qué hacer ante un problema tan profundamente enquistado en nuestra sociedad, al punto que parece formar parte de nuestro propio ADN cultural? ¿Cómo combatirlo? ¿Vale la pena el esfuerzo o es una batalla perdida antes de iniciada?

El propio Alconada Mon reconoce que son interrogantes complejos que él enfrentó a la hora de escribir el epílogo del libro: consciente de que una descripción tan despojada de las miserias argentinas podía producir un efecto de desánimo no deseado, escribió un primer texto que pecaba de un optimismo excesivo. “Una persona muy lúcida leyó esa primera versión y me reprochó que no reflejaba lo que yo realmente pensaba, así que tuve que reescribirlo… ocho veces”, relató.

El resultado es un texto lúcido y profundamente reflexivo en el que el periodista hace hincapié en lo que a su criterio –y tomando como antecedentes los casos de sociedades como los de Italia, Colombia o Ucrania, entre otras- puede ser la tabla de salvación ante el problema de la corrupción: el compromiso social.

“Si el sistema está montado para fomentar la corrupción y la impunidad, ¿qué hacemos? Si quienes se benefician con la corrupción y la impunidad deberían reforzar ese mismo sistema putrefacto que los enriquece y protege, ¿cómo lo reformamos? (…) La respuesta es involucrarnos” se pregunta y se responde el autor.

Alconada Mon sabe, sin embargo, que es más fácil decirlo –o escribirlo- que hacerlo. Que sin líderes carismáticos que encabecen ese cambio, la reforma es difícil. También que –contrario a lo que hoy parece reclamar la opinión pública- es necesario contar con un Estado sólido y profesional, con agentes públicos capacitados y lo suficientemente remunerados como para que no se vean tentados a pasarse al sector privado –“sería caro, pero en la cuenta final es menos costoso que la corrupción” reflexiona-.

Obviamente yo no busco terminar con la corrupción porque esa no es mi tarea. Mi objetivo con este libro es provocar una reacción.

-¿Algo así como lanzar un baldazo de agua fría?- le pregunto.

-Algo así –acepta-. Porque cuando a uno le tiran un baldazo la reacción es moverse. Y ese es mi objetivo. Que cada persona se mueva, se comprometa desde su lugar, por pequeño que parezca.

El tema es tan amplio que la conversación, necesariamente, se prolonga. Del baldazo pasamos a la importancia de contar con una sociedad educada y que entienda el funcionamiento del Estado para poder ejercer un control ciudadano efectivo, de ahí al rol y al peso de las acciones colectivas y de allí a fenómenos como el ocurrido recientemente en el seno del diario La Nación, donde la mayor parte de la redacción se unió bajo el lema #NiñasNoMadres para rechazar una  editorial publicada por el mismo matutino.

Si yo hubiese hecho ese reclamo solo, me hubiesen sacado con una cachetada, pero al unirnos, funcionó”, reflexionó Alconada Mon en el final de una conversación que se extendió durante casi media hora.

Tras despedirme, deseándole lo mejor para la presentación de su libro en Mar del Plata -que tendrá lugar mañana, 6 de febrero, a las 21, en el Hotel Costa Galana y en el marco del ciclo “Verano Planeta 2019”- su respuesta a mi pregunta de si cree que será posible erradicar la corrupción de la Argentina:

No lo sé. Pero creo que lo importante es que cada uno haga algo para lograrlo.

@limayameztoy