Lo que le falta al tiempo, de Angela Becerra (Editorial Planeta)

Es una historia inolvidable. Mi libro favorito. Siempre lo recomiendo.

Un enclave artístico, desarrollado en el mejor escenario posible, el Barrio Latino de París, una aprendiz de pintura y un maestro: esos son los ingredientes que conjuga la autora a la perfección para dotar de vida propia una novela caracterizada por la pasión. Una historia, entrelazada con otro misterio en el que profundizarán los personajes y que se empieza a narrar desde el inicio. Sus personajes están dotados de la dualidad y los instintos propios del ser humano, dejando a un lado los protocolos y convencionalismos.

Lleva la trama haciendo reflexionar sobre cuestiones cotidianas y las incoherencias humanas. Escribe de forma mágica, penetra en el alma de las personas y lleva al límite la eterna dualidad humana. Es una historia magnética y conmovedora que desborda la pasión y la razón, la inocencia y la lujuria, lo material y lo espiritual, la inquietud y la calma…y que hace vibrar leyéndola hasta la última palabra.

Los Secretos del Faro, de Santa Montefiore (Ediciones Urano)

Llegué a la historia porque un magnetismo irremediable me une a los faros y su portada ganó mi interés. Luego Gabriela Exilart me la regaló para un cumpleaños.

Hallé una novela bien contada que rezuma misterio, amor y descripciones de sentimientos. Se lee rápido y sobre el final ocurre lo que todo lector anhela, querer saber pero desear que no termine. Encontré respuestas sin haberme formulado preguntas. ¿Será que, como Caitlin, los seres que nos aman y han partido, resisten dejarnos?

Un libro que podría ser enteramente ficción o abrir la ventana a la posibilidad de que la muerte no nos separa de los que amamos hasta que es el momento de que las almas tomen decisiones. Entonces el destino sería la consecuencia de lo que sucede en distintos planos de la existencia.

Esperando a Mister Bojangles, de Olivier Bourdeaut (Ediciones Salamandra)

Excentricidad y revelación profunda de lo que se puede hacer por amor. Reflexión sobre qué es la locura. Al principio, plantea una “familia de locos” desde la óptica maravillada del hijo pero es mucho más que eso que al comienzo parece no ir ningún sitio. Uno piensa, es divertido pero es inverosímil. Sin embargo, para todo hay una razón.

Esta novela me hipnotizó un verano no sólo con sus imágenes de tintes surrealistas, sino también por el sentido del humor y una sutil melancolía que emana de sus páginas acorde con la canción que ha inspirado el título. Un texto que arranca con un tono de engañosa frivolidad y que, conforme avanza el relato, casi imperceptiblemente, va calando en las zonas más sensibles del espíritu hasta culminar con una emoción intensa y profunda.

La novela persiste en un criterio positivo de la locura que surge más sensata, entretenida y amable que una supuesta cordura regida por una normalidad alienada, aburrida y severa.

*Laura Miranda es abogada y escritora.
Autora de
Después del abismo, Volver a mi y Más allá del mar, entre otras.