En la vida, tarde o temprano nos enfrentamos al dilema de decir la verdad o callar para siempre. Y es ahí donde nuestros valores morales entran en juego.
La historia está ambientada en la época de la segunda guerra mundial y los hechos suceden en un pueblito de Australia llamado Partageuse que sólo existe en la imaginación de la autora ML Stedman.
Lo que sí es real es el faro en la isla de Janus, Australia, lugar inhóspito y solitario donde Tom Sherbourne, antiguo combatiente de la guerra, debe pasar día y noche vigilando ambos océanos: el Indico y el Austral.
Cuando se casa con Isabel, van a vivir a la isla y ambos dan muestra del coraje y de la disciplina necesaria para resistir a las duras pruebas que se enfrentan a diario.
Lamentablemente Isabel pierde 2 bebés pero la vida les regala uno que llega en un barco y en el cual hay también un hombre muerto.
Al no saber si la madre del bebé está viva o no y temiendo que sea llevada a un orfelinato, deciden enterrar al hombre y quedarse con el bebé a quien llaman Lucy.
Es así como forman una familia ya que nadie sospecharía que Lucy no es realmente el bebé prematuro que deberían haber tenido.
Después de 4 años, cuando Tom descubre por accidente que Lucy se llama realmente Grace y que su madre la está buscando, comienza a crecer en él la duda y el remordimiento.
La película dirigida por Derek Cinandrance y protagonizada por Michael Fassbender, Alicia Vikander y la oscarizada Rachel Weisz, permite en forma sintética pero concreta abarcar este tema tan espinoso.
Para aquellos que quieran leer el libro y/o ver la película, no les contaré el final ni relataré en detalle la historia. Pero sí les puedo contar que a pesar de que generalmente uno prefiere el libro al cine, esta vez me quedo con la película.
El libro nos conmueve tanto o más que las imágenes en la pantalla grande. Es imposible quedarse indiferente ante esta historia que nos atrapa desde las primeras líneas y nos entretiene en una sala oscura durante 2h15.
El libro cuenta en detalle el pasado de Tom, cómo se conocieron Tom e Isabel, por qué Tom es tan callado y reservado, como también describe el pueblo, la isla y a los verdaderos padres del bebé.
Quizás a mi gusto describe demasiado ya que no da mucho lugar a la imaginación, pero como la idea central de la historia es tan original e interesante que se lo perdono a la autora. A pesar de la descripción no veía la hora de terminar de leer rápidamente las 532 páginas, para conocer cuál sería el destino de Lucy.
Confieso que al llegar al último párrafo me quedó un ligero sentimiento de tristeza. Pero ¿Cómo juzgar a Tom y a Isabel por la decisión que tomaron? ¿Quedarse con el bebé o devolverlo a su madre biológica?
En cuanto a la película, a pesar de que no sabemos mucho de la vida de Tom ni de su familia y de que hay una modificación en cuanto a cómo se enteran de la verdadera procedencia del bebé, nos permite de todas maneras apreciar el ambiente, comprender la importancia del acto, y ser testigos de los vaivenes de una familia.
Tanto al leer como al ver las imágenes, el dilema sigue siendo el mismo:
Hablar o callar para siempre…esa es la cuestión.
(*) Andrea Montiel es profesora de Castellano, actualmente radicada en Francia.