Se trata del gigante en ventas internacionales Amazon, una compañía fundada en 1994 en Seattle, Estados Unidos, y que hoy en día es el sitio web por excelencia en ventas de libros, Kindles, electrónica, moda, entre otros. Esta tienda se encuentra en Seattle y se dedica exclusivamente a comercialización de libros, siendo una innovación encontrar por primera vez una tienda web en formato físico.

Los libros en Amazon Books se encuentran acomodados por autor, temática y acompañado por una breve opinión sobre el mismo. “No encontrarán el nombre de ningún crítico de mediático– dice Rosa Jiménez Cano, periodista del diario El Pais- tampoco recortes de la sección de cultura de algún diario de renombre. Las críticas están tomadas de la página web; los usuarios pasan a tener el mando, es la dictadura del comprador, la de los pares, la que marca qué es o no recomendable. La multitud y su criterio son los que marcan las decisiones de la tienda”.

Los empleados en Amazon Books son muy pocos, ya que la idea central es que los lectores hagan su propio recorrido y descubran qué libros son los más vendidos por la web de Amazon. Averiguar el precio de los libros queda en manos del cliente, localizar el código de barras del mismo y dirigirse a las paredes con lectores escaners, o simplemente chequear a través de la app movil de Amazon el precio, ya que es el mismo en la web o en esa tienda física. 

“La caja,-continúa Jiménez Cano- un mostrador de madera con toque rústico, tiene una caja con galletas para perros. “Amazon es una empresa que los acepta en su sede, ¿por qué no aquí”, explica el tendero. Al pasar la tarjeta de crédito, vuelve la conexión con el mundo digital. El sistema reconoce al comprador, pone su nombre en el ticket y lo añade a su lista de productos adquiridos. Todo suma, todo sirve, cada dato hace que Amazon sepa más de cada consumidor y le pueda seguir recomendando lo que quiere, aunque quizá todavía no lo sepa”.

Seattle fue el lugar elegido para abrir el primer local y para mediados de año se espera una nueva en San Diego, California. Es interesante analizar la postura de la empresa, mientras que en el resto del mundo cierran decenas de librerías, aquí Amazon apuesta por todo lo contrario y proyecta a instalarse en el mundo.