Editorial Concreto cumple tres años de trabajo ininterrumpido, con un interesante catálogo de obras que por el momento está completamente integrado por mujeres.
Desde Revista Leemos quisimos conocer los criterios de producción y la historia de este sello que cada vez pisa más fuerte en los escaparates de las librerías y para ello charlamos con Belén Aspeleiter, una de las integrantes del equipo.
– ¿Cómo y cuándo se puso en marcha la editorial y quiénes llevaron adelante el proyecto?
-Empezamos a pensar la editorial y a editar en diciembre de 2017 y a mitad de 2018 se publicó el primer libro de poesía. Quienes trabajamos fijo en la editorial somos una correctora, ahora una comunicadora y yo como editora y diseñadora. Después, suelen participar editoras invitadas según el proyecto en el que estemos trabajando.
– Hasta ahora solo han editado a mujeres ¿Es una decisión editorial?
-Por el momento solo publicamos a autoras, sí. Esto se dio más o menos sin querer. Es el lugar en el que nos sentimos cómodas, trabajando con otras mujeres. No es la bandera de la editorial, no nos interesa que nuestro catálogo sea un catálogo de mujeres, ni feminista, ni nada parecido. No nos jactamos de publicar solo autoras. Queremos que Concreto sea una editorial de literatura y que lo que importe sean los textos, no quiénes los escribieron.
-¿A qué público apuntan?
-A todas las personas que leen. Queremos que nuestros libros sean transversales, que sean leídos por todas las personas que leen, sin importar la generación, dónde vivan, etc. Por eso hacemos tanto énfasis en que no son hechos de mujeres para mujeres o literatura feminista, como suelen pensarse los proyectos editoriales dirigidos por mujeres y en cuyos catálogos predominan las autoras. Porque nos parece que esas etiquetas nos encasillan y reducen la posibilidad del encuentro de los libros con cualquier lector.
-¿Cuántas publicaciones llevan realizadas?
-Tenemos dos colecciones. Una de poesía, en la que editamos libros como El cero es un número natural, de Alex o ¿Qué es la ternura?, de Flavia Calise. Y otra colección de narrativa, en la que editamos, entre otros, Litio, de Malén Denis o Larga distancia, de Tali Goldman. Llevamos publicados doce títulos y este año publicaremos dos más.
-¿La editorial se sustenta solamente con sus ventas o recibe algún otro tipo de apoyo?
-La editorial se sustenta exclusivamente de sus ventas. Eso es una alegría enorme.
-¿Creen que es necesaria una Ley del Libro?
-Sí, todavía queda mucho por hacer.
-Uno de los problemas de las editoriales independientes suele ser la cadena de distribución: que el libro le llegue a la gente. ¿Cómo resuelven este tema y qué alcance tienen?
-En nuestro caso, trabajamos con la distribuidora Big Sur, que comercializa nuestros libros y los de muchas otras editoriales en librerías de todo el país. Para una editorial tan pequeña como la nuestra, que los libros sean distribuidos a todo el país de manera sostenida, es un gran salto.
-¿Cómo puede hacer la gente para contactarse con ustedes?
-Se pueden comunicar con nosotras a través de nuestro Instagram o Twitter, o enviándonos un mail a editorial.concreto@gmail.com.