En nuestro anterior Carnet hablamos de escritura y corrección, y señalé que para mí es mejor hablar de Reescritura. No es un mero capricho lingüístico. La “edición” es de alguna manera una reescritura. A veces “interviene” en el texto de manera contundente, otras veces es una visita amable que ordena las tazas y las servilletas.

Por alguna razón muchos escribas sin experiencia tienen tendencia a usar muchos adjetivos. Lo que de por sí habría que cuestionarse: ¿ayuda a mi oración ese adjetivo?

El otro problema es colocarlo delante del sustantivo (tremendo error) cuando debería ir después del sustantivo (error tremendo). Si al hacer la operación de colocar el adjetivo en su lugar (después del sustantivo) nos sigue sonando bien, pues felicitaciones. Sin embargo, ese simple movimiento a veces nos hace tomar conciencia de la inutilidad del adjetivo.

Construyo un ejemplo tonto como para explicar lo que quiero decir (aunque he leído oraciones como esta):

La casa grande y aireada tenía un bello y florido jardín.

  1. En esta frase los adjetivos aireada y florido no agregan nada a los adjetivos grande y bello. Las casas grandes suelen ser aireadas, llamaría la atención que fuera grande y poco ventilada, y que el jardín siendo bello no tuviera flores.
  2. El segundo problema es que la oración tiene dos adjetivos para dos sustantivos, lo cual “musicalmente” es un defecto. Entre estos adjetivos ¿Cuál me parece más significativo? ¿Quiero destacar la casa o el jardín?
  3. ¿“Grande” y “bello” son adjetivos “interesantes”?
  4. Otro problema es que los adjetivos de jardín preceden al sustantivo jardín, y deberían ir después, porque intentan calificarlo. Y uno califica lo que ya mencionó.
  5. Los jardines suelen ser bellos; uno destaca un jardín cuando NO es bello; o sea, cuando está estropeado o abandonado.
  6. ¿Y si prueba con una descripción concreta que señale lo lindo que es el jardín:

Un jardín con rosales y malvones conducía hasta la casa de ventanales al sol.

¡De pronto, nos quedamos sin adjetivos!