En el primer día de cursada de la cátedra de filosofía de la facultad, el profesor luego de presentarse dijo muy serio: “la filosofía no sirve para nada”. Primero, sentí curiosidad de tal declaración pero después me alivié, como si eso implicara que no tenía que aprobar la cursada, ni rendir exámenes. Tal como dije, eso no pasó.

Años más tarde renació la curiosidad, pero esta vez más involucrada en el tema hablé con alguien que sabe mucho sobre esto: Federico Mana, licenciado en Filosofía y marplatense. Fue entonces cuando le comenté a Federico que Leemos se dedica al periodismo literario, pero que, a partir de mi fugaz implicancia en el tema, tenía la sensación de que la literatura y la filosofía tenían bastantes cosas en común por lo que necesitábamos conversar y encontrar una posible respuesta.

Introducción a la filosofía nivel: principiante

-Arranquemos con lo básico ¿Qué es la filosofía?

-”Es una pregunta que me parece que nunca nadie ha podido responder de forma acabada, pero es en esta imposibilidad de definición última donde radica, precisamente, la manera de aproximarnos a ella. Si debo hacer una definición “rápida” diría que es una práctica teórica que busca descubrir e interpelar los supuestos sobre los cuales basamos nuestra vida, ya sea para destruirlos o para encontrar fundamentos más sólidos para mantenerlos. Igual siempre es más divertido destruir ¿no es cierto? No la considero una ciencia aunque no por eso pierde seriedad ni va en detrimento de tener métodos de abordaje o que sea imposible adherirle un programa de investigación. Como mencioné, al ser una práctica requiere de ejercicio, es un constante preguntar, una búsqueda incesante en donde tal vez no haya un fin más allá que el de llevar adelante tal búsqueda”.

-¿Dónde nace?

-”Históricamente nace en Grecia, cuando algunos “sabios” de la antigüedad comenzaron a salirse del pensamiento mitológico y buscaron, mediante la razón y los medios que tenían a su alcance, responder la gran pregunta por el origen del todo ya no desde la apelación a una deidad, sino más bien de un elemento natural, de algo que esté alrededor de ellos y al cual puedan llegar a conocer por sus propios medios. Claro que también podríamos decir que “nace” en una actitud humana, actitud de asombro, de cuestionamiento, también de angustia ante la vida que le es tan vasta y al mismo tiempo tan efímera”.

Tal como lo había adelantado mi profesor en esa primera clase, Federico responde lo mismo: la filosofía no cumple ninguna función. “Me gusta pensar –dice Federico- que la filosofía puede salirse de esa obligación que pareciera tener el resto de las cosas de tener que justificar su existencia mediante el señalamiento del fin u objetivo que persigue. De hecho a veces creo que los filósofos siempre tenemos que andar defendiéndonos y en cada aparición que hacemos explicar por qué tenemos derecho a estar. ¿Acaso se le pregunta a la medicina para cumplir qué función nació? De todas formas, aún a riesgo de contradecirme, sostengo que la filosofía sí tiene una función, no tal vez a la manera que la sociedad capitalista toma a este concepto, sino más bien como algo que la moldea y le da su forma: la función de liberarnos mediante el pensamiento crítico, apropiarnos de nuestra vida mediante el cuestionamiento a nosotros mismos y a los factores externos que buscan manipularnos. ¿Estaban pensando en esto Tales, Anaxímenes y demás? Probablemente no, aunque no interesa, no creo que haya nacido con una función específica, fue el resultado inevitable de un espíritu de época al cual ya no le alcanzaba con los mitos para abordar su existencia”.

-¿Quiénes son considerados como los referentes más relevantes del pensamiento filosófico?

-”Hacer una lista de los filósofos más relevantes me resulta muy difícil porque, como decía Sartre, y si lo nombro ya lo estoy poniendo en esta lista, “elegir es también renunciar”, y puedo renunciar a varios autores porque pienso que su pensamiento no es tan movilizador o, también, por mi supina ignorancia para con varios de ellos. Ahora bien, esto no es obstáculo para nombrar algunos varios que son “nombres fijos”: Tales, Heráclito, Parménides, Sócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro, Agustín de Hipona, Guillermo de Ockham, Tomás de Aquino, Descartes, Locke, Hume, Kant, Hegel, Marx, Nietzsche, Husserl, Heidegger, Frege, Russell, Sartre, Foucault, Castoriadis, Deleuze, Arendt, Maliandi, Badiou, uno vivo- entre risas-.En fin, perdón por todos los que dejé afuera, la lista podría continuar hasta el infinito”.

Next level:  literatura y filosofía ¿se asemejan?

-Me parece interesante plantear que la literatura y la filosofía podrían tener algo en común: ambas plantean algún tipo de problema. Por un lado, la literatura trazando los problemas que influyen en el modo de impacto en de la vida humana y el padecer del hombre, y por el otro la filosofía desde el lado racional y argumentado. ¿Cómo se da esto objetivamente?

-“Sí, se plantean problemas pero quizás vaya más allá de lo que planteás. Pretender definir el problema central de la vida es tan difícil como encontrarle una solución, aunque tal vez podríamos encontrar un punto de acuerdo en que el humano desde que se reconoce a sí mismo como tal busca encontrar una respuesta que le dé sentido a su existencia. La filosofía se preocupa mucho por el padecer, pienso en los conceptos de “angustia” y “lo absurdo” en autores como Kierkegaard, Sartre, Heidegger o Camus. Este último es un buen ejemplo de “filósofo-literato” que plantea problemas existenciales desde planos que no tienen que ver eminentemente con lo racional argumentado pero que son claros y comprensibles. Insisto sobre este punto, pienso que lo común de ambas tiene que ver con la posibilidad de invitarnos a pensar e imaginar lo diferente, por ejemplo, en las distopías como “El talón de Hierro”, “1984” o “Un mundo feliz” encuentro una gran carga de pensamiento filosófico”.

-Entonces, ¿existe la concepción de que literatura y la filosofía rozan los límites y se chocan?

-”Sinceramente si existe el concepto como tal no lo sé, desde mi perspectiva considero que están íntimamente relacionadas porque si la filosofía es una invitación a pensar la realidad desde otra perspectiva, o incluso pensar la posibilidad de que sea totalmente diferente o que ni siquiera sea. Entonces la literatura tiene mucho para aportar, porque en sus narrativas nos lleva indefectiblemente a realizar este ejercicio.

Es más, mucha veces la literatura se anima a romper barreras lingüísticas que la filosofía no, por lo que incluso hasta puede llegar por momentos a alcanzar ámbitos del pensamiento o conceptos que la filosofía sólo puede recuperar a través de ella”.

-Hay muchos casos en que el lector es quien juega y decide cómo ejecutar el texto, por ejemplo un libro filosófico puede comenzar a ser leído como tal y luego ser leído como literatura, ¿a qué factor crees que se le atribuye esta característica de lectura?

-“A la intencionalidad del lector, a su búsqueda a la hora de enfrentarse al texto. Quizás se podría decir, pienso, que lo literario tiene que ver más con lo ficcional mientras que lo filosófico busca interpelar explícitamente lo real. Pero me suena a una definición un tanto simplista, más que nada porque intentar traspasar la barrera infranqueable de lo que piensa o desea el lector es una tarea prácticamente imposible”.

 

Me quedo con esa última frase que me remite instantáneamente a Eagleton cuando, en su rol de escritor, intenta dar una definición posible sobre qué es la literatura y dice :“un escrito puede comenzar a vivir como filosofía y posteriormente ser clasificado como literatura” Es cierto, lo que interesa no es de dónde vino el texto sino cómo lo trata la gente y las diferentes formas en que se relaciona con él. Entonces, finalmente ambas sí tienen cosas en común, la filosofía persiguiendo un fin real y la literatura también: determinando qué función tiene un escrito en un determinado contexto histórico, real y vivo.

 

Federico Mana
Es marplatense y tiene 28 años. Licenciado en Filosofía por la UNMdP y profesor en el colegio Don Orione y San Agustín. Actualmente organiza actividades en el plano de la práctica y la difusión filosófica como los cafés filosóficos y el vino filosófico, que arrancará este año. Además es columnista del programa “DDiez”, de las radios KLA y Acqua y lleva adelante un espacio semanal en el portal  minutouno.com llamado #FilosofíaAplicada. Si querés conocer un poco más sobre él hacé click acá.