¿Te interesa el feminismo? ¿Sabés un poco, pero te gustaría saber más? ¿Querés indagar sobre las teorías feministas? ¿Te resulta complejo explicárselo a las nuevas generaciones? ¿Más de una vez te preguntaste qué tiene que ver el feminismo con tu/nuestra vida sexual? ¿O con la forma en que nos educaron?
Todas estas preguntas (como la mayoría de las que puedas plantearte en la vida, en realidad) encuentran sus respuesta en una biblioteca. En este caso, en una biblioteca feminista.
Y acá aparece la pregunta que da pie a esta nota: cómo armar una biblioteca feminista.
Como las respuestas pueden ser, también, infinitas (o por lo menos demasiado numerosas para una nota amigable) junto a Libros de la Arena armamos un listado de 12 libros básicos para armar una biblioteca feminista.
Por dónde empezar para entender este fenómeno que está revolucionando nuestras vidas -desde lo social, lo político, lo económico y lo cultural- hasta qué libro de ficción puede leerse sin que salte la alarma detectora de machismos naturalizados: las ideas básicas para empezar a armar tu biblioteca feminista están en esta nota. Quedate leyendo y enterate.
Una manera de empezar
No hay un solo modo de aproximarse al mundo del feminismo, pero una buena manera de comenzar a conocerlo es a través de Feminismo para principiantes, de la española Nuria Varela, que llega a nuestra manos a través de Ediciones B.
El libro repasa desde una perspectiva feminista los últimos 300 años de historia de la humanidad. Aparecido por primera vez hace 15 años, la edición actualizada incluye los cambios radicales, y también los pendientes, ocurridos en el último tiempo.
Nuria Varela es periodista y escritora y se desempeña como directora general de Igualdad del gobierno del Principado de Asturias (España).
Con su primera versión de Feminismo para principiantes, Varela acertó al abordar de manera llana y amigable un tema que hasta ese momento estaba lejos de considerarse masivo. En 2019 publicó también Feminismo 4.0. La cuarta ola -Ediciones B.
Tres infaltables
Una vez adquiridos los conocimientos básicos, asomarse a las autoras clásicas es una experiencia más que recomendable.
En este punto es inevitable mencionar El segundo sexo, el libro escrito por Simone de Beauvoir en 1949, ahora reeditado con prólogo de María Moreno por Lumen.
“¿En qué habrá afectado a nuestra existencia el hecho de ser mujeres? ¿Qué oportunidades, exactamente, nos han sido dadas y cuáles nos han sido negadas? ¿Qué pueden esperar nuestras hermanas más jóvenes y en qué sentido hay que orientarlas?“. Estas son algunas de las preguntas que la propia Simone de Beauvoir se plantea en uno de los pasajes más citados de un libro que ya se convirtió en un clásico infaltable en cualquier biblioteca.
Si hablamos de infaltables, no podemos dejar de mencionar Un cuarto propio, de Virginia Woolf -también editado por Lumen– y La guerra contra las mujeres -editorial Prometeo-, libro en el que la antropóloga argentina Rita Segato sienta las bases de un pensamiento que la convirtió en una de las voces más influyentes del feminismo.
Cómo cambiar cabezas
“En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. […] Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite“.
La frase pertenece a Querida Ijeawele, de Chimamanda Ngozi Adichie -Literatura Random House – y si bien está dirigida a una joven madre también puede pensarse en clave de (re)educación para todas y todos, tengan la edad y el género que tengan.
En su libro, escrito tras vivir ella misma la maternidad, Adichie reivindica la formación de niñas y niños en la igualdad y el respeto, el amor por los orígenes y la cultura. A través de 15 consejos, la autora invita a la humanidad a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. En este punto cabe señalar que si bien Querida… es un básico, cualquier libro de Adichie será bien recibido en una biblioteca feminista.
Otro recomendable a la hora de leer sobre educación y feminismo es Mamá desobediente, de Esther Vivas -editorial Godot-, quien plantea una mirada feminista sobre ese inmenso desafío que es la maternidad.
Una foto actual
Todas estas miradas pueden complementarse con obras que abordan los fenómenos sociales y culturales que permitieron que la sociedad patriarcal siga existiendo (aunque con bases más debilitadas) aún en estos días.
En este plano son altamente recomendables Solas (aún acompañadas) de la marplatense María Florencia Freijo -editorial El Ateneo.
En su libro, la autora hace un repaso por la cultura, la política y la industria del entretenimiento para “averiguar cuándo fue que nació esta diferencia social que nos ha convertido en ciudadanas de segunda: con menos derechos, menos ingresos,; menos justicia. Con casos concretos de la historia y el presente, deconstruye los mandatos que se presentan como <naturales> y juegan en contra de las mujeres”.
La misma autora acaba de publicar (Mal) Educadas –Editorial Planeta-, libro que ayuda a entender cómo la educación -formal e informal- es una herramienta fortísima que sigue formando a las mujeres para cumplir mandatos patriarcales.
Entre ola y ola
Tal como afirma Varela -entre otras- la historia del movimiento feminista está dividida en olas.
En su libro, La revolución de las hijas -Editorial Planeta-, Luciana Peker nos habla de lo que están provocando -ya sea como fuente de inspiración o como verdaderas protagonistas- quienes surfean entre una generación de mujeres y la siguiente.
Periodista feminista, militante del deseo y autora del best seller Putita golosa, en este nuevo libro Peker cuenta una época: la de la masividad del feminismo en la Argentina y su expansión en Latinoamérica. Con una escritura llena de emoción, sigue la ruptura íntima, familiar y política de las más jóvenes, y el lazo histórico y generacional con las luchas del feminismo y la diversidad sexual.
Es un libro pensado desde y para las hijas pero también para madres y padres, para todas las personas -incluidos varones- que apuestan a un feminismo de la transformación.
Las mujeres de la historia
Son muchas -muchísimas- las mujeres que hicieron historia y nos permitieron llegar al momento actual.
Fueron mujeres valientes, arriesgadas, talentosas, capaces de ir contra lo que su época decía que había que hacer. Insolentes. Pero muy probablemente por eso, el relato histórico oficial las ignoraba. Estaban invisibilizadas.
En 2018 Felipe Pigna decidió revertir este fenómeno y publicó Mujeres de la Historia -Editorial Planeta-, libro en el recoge la vida de un grupo de mujeres latinoamericanas que se sublevaron para hacer lo que realmente querían. En 2019 completó la lista con otras 29 mujeres igual de importantes y de olvidadas.
Por ambos tomos -ilustrados por Augusto Costhanzo, quien recrea un mundo lleno de colores y rostros que no conocíamos- Pigna recibió en 2019 la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
Dos novelas
La biblioteca feministas no solo tiene libros de teoría, testimoniales o de historia: también tiene libros de ficción. El único requisito es que su lectura no haga saltar las alarmas detectoras de violencias sexistas naturalizadas.
Son numerosos los libros que podrían aparecer en este estante. Aquí nos limitaremos a hablar de dos, uno histórico y otro más reciente:
La mujer habitada -Seix Barral-, de Gioconda Belli fue publicada en 1990 y narra la historia de Lavinia, quien tras terminar sus estudios en Europa regresa a Latinoamérica para emprender su camino como mujer independiente. Pero sus planes cambian cuando conoce a Felipe, con quien establece una profunda relación sentimental. A su lado le llega la oportunidad de implicarse en las luchas populares y los movimientos de liberación de la dictadura de su país, conectando de ese modo con Itzá, una indígena que luchó contra los invasores españoles y que ahora despierta reencarnada en un naranjo para acompañar, apoyar e inspirar a Lavinia.
La novela, de la que se vendieron -y se siguen vendiendo- millones de copias en Latinoamérica y en Europa, atrapa por su historia pero también por el enfoque feminista que la autora nicaragüense utiliza para abordar los hechos y a los personajes.
Por otro lado podemos mencionar la reciente novela Catedrales, de Claudia Piñeiro y editada por Alfaguara.
Una adolescente aparece quemada y descuartizada en un descampado. Treinta años después, el crimen sigue sin aclararse y su familia y entorno se han desmoronado.
Con este párrafo presenta la editorial la última novela de Claudia Piñeiro y eso ya nos da una pista de por qué este libro merece un lugar en una biblioteca feminista: porque habla de los conflictos que atraviesan a la sociedad en general y a las mujeres en particular, desde los abortos clandestinos hasta la opresión que las creencias religiosas pueden implicar sobre las mujeres, pasando por las fisuras del sistema judicial para condenar los crímenes cuando las víctimas fueron mujeres.
Pero además, Piñeiro se convirtió en los últimos años en una clara referente de los movimientos feministas, en gran parte gracias a su activa lucha en favor de la legalización de la Interrupción Legal del Embarazo -ILE-, tema que hoy mantiene expectante a toda la sociedad argentina. Por eso, también, sus libros merecen un lugar en nuestra biblioteca.
La educación sexual que queremos
Aunque no es ficción, puede decirse que la temática de Catedrales se enlaza de manera simbólica con el último libro de la lista: Sexo ATR: la educación sexual que queremos –editorial Planeta– , de la licenciada Cecilia Ce.
En este libro, la popular sexóloga -su cuenta en Instagram cuenta con miles de seguidores- brinda la información sexual que de una manera gráfica, divertida, empática y respetuosa, con la intención de que cada persona “haga su propio recorrido de autodescubrimiento y reafirmación, para disfrutar de la sexualidad en libertad”.
Hasta aquí, la lista que elaboramos con Libros de la Arena para armar una biblioteca feminista. Obviamente, se trata de solo un listado básico, un empujoncito inicial: hay cientos, miles de libros más que podrían agregarse. Lo importante es empezar a leer con ojos feministas o, más bien desde una perspectiva de derechos. Una vez que eso se logra, la biblioteca no hará más que agrandarse.