Hace unos meses nos ocupamos de la literatura erótica y recordábamos que la temática penetra sus raíces en la infancia de la literatura. Algunos autores griegos ya incursionaban en este género (o subgénero) en tiempos en que todo era mera literatura. Si bien la temática encendió páginas a lo largo de los siglos, la primera mitad del siglo pasado vio desflorar este género de una manera prolífica.

En 1928, los puritanos lectores ingleses se toparon con un libro titulado El amante de Lady Chatterley que tuvo una inusitada difusión gracias a que los diarios lo tacharon de “escandaloso”. El autor, David Herbert Richards Lawrence, más conocido como D.H. Lawrence (1885- 1930) era ya un conocido escritor pero logró su fama gracias a este libro casi póstumo. La edición fue prohibida y eso alimentó la curiosidad y el deseo. Cuatro años más tarde, ya muerto su autor, se publicó una versión censurada; recién en 1959 el público disfrutó de la obra completa que cuenta la historia de una mujer casada con un hombre de clase alta, parapléjico como consecuencia de la guerra y por eso mismo “desatendida”. Constanza establece una relación con un obrero que la hace sentir como reina. Las escenas de sexo explícito no eran del gusto del paladar inglés pero al parecer cambiaron de gusto pues hoy es considerada una pieza maestra del arte erótico.

En esos años, y durante décadas, estos libros se forraban con papel azul araña, se escondían debajo de la almohada y se leían en la semipenumbra de las sábanas. Como La Historia de O (1954), otro icono de esa literatura erótica. Odeline, o simplemente “O”, es una hermosa parisina, fotógrafa, que sigue a su amante hasta un castillo donde una sociedad secreta la iniciará en el rito de la sumisión y la esclavitud sexual. La historia es estremecedora, y quizás hoy políticamente incorrecta, pero mantiene su carga erótica y todo respira sensualidad. Publicado en su momento bajo el seudónimo de Pauline Réage, su autora fue Dominique Aury (1907-1998), quien a los 86  años, y tras más de 40 años de la publicación, admitió la autoría y confesó que todo no era más que un febril juego de su imaginación. Una “fiebre” que le hizo ganar mucho dinero por cierto.

Un evidente seudónimo, Lord Auch, escondió durante décadas a un luego prestigioso escritor. En Historia del ojo (1928), la protagonista, Simone, transgrede todas las “normas” de comportamiento sexual. Encarnación del deseo inconsciente y por extensión del “pecado” y lo “prohibido” –el sexo en grupo, el erotismo de los fluidos o la unión entre religión y sexo- el goce en este caso conduce a la condena no sin antes incitar (y excitar) al lector más impávido. La primera edición circuló en forma clandestina. Tan solo 138 ejemplares. Incluía ocho litografías muy explícitas del pintor surrealista André Massón. Recién en 1967, aparece una edición con el nombre del verdadero autor: Georges Bataille (1897-1962), un pensador de la primera mitad del siglo pasado que tuvo gran influencia en la obra de Foucault y Jacques Derrida.

En esta primera mitad del siglo XX toma notoriedad como autor vinculado a temas hot, el prolífico Henry Miller (1891-1980). Tanto Trópico de Cáncer (1934) como Trópico de Capricornio (1938), prohibidas en múltiples países, le permiten a Miller encumbrar la pornografía como “una nueva religión”: entendida desde su significado griego original, como la relación con las prostitutas.

Su amante, Anais Nin (1903-1977), ganó notoriedad por ser la amante, pero también escribió. En 1939 se instala en Estados Unidos y publica Delta de Venus, una serie de relatos eróticos inspirados en el Kamasutra. No toman forma de libro pero circulan clandestinamente y escandalizan públicamente. ¡Una señorita diciendo esas cosas! Su vida desprejuiciada sin embargo invitaba a los lectores a seguirla. Sus textos en principio denostados comenzaron a ser valorado hacia los años 70 cuando aparecieron compilaciones del libro mencionado y de otro titulado Pajaritos. Y sobre todo de sus Diarios, que la hicieron célebre.

Nerio Tello  es periodista, escritor, editor y docente universitario. Autor del blog Letra Creativa.