Para quienes crecimos leyendo las historias de Hércules Poirot o Miss Marple, la noticia es, como mínimo, atrayente: la editorial Javier Vergara acaba de publicar un libro que combina una historia de amor protagonizada por Agatha Christie con un misterio similar a aquellos que tantos momentos memorables generaron en nuestra infancia y adolescencia. No queda otra, hay que leerlo.
Según relató a Revista Leemos, un pensamiento similar llevó a la escritora Gabriela Margall a escribir Huellas en el desierto, su último libro. “Un día me crucé con un link en Twitter que contaba la historia de amor de Agatha Christie después de su primer matrimonio -relató-. Cuando empecé a investigar sobre Agatha y esa ‘segunda primavera’ en su vida, quedé encantada con la historia y decidí que tenía que contarla”.
“Agatha Christie tiene una vida que pocos conocen o imaginan -continuó la autora de libros como Si encuentro tu nombre en el fuego, Con solo nombrarte o Lo que no se nombra-. Me encantaba la idea de poder ofrecer una historia que era impensada para la gente que había crecido leyendo sus libros. La historia en sí misma es muy entretenida, contada en las respectivas autobiografías por sus protagonistas”.
La autora aclara que no se trata de un libro de misterios. “Es más bien una historia de amor -dice-. Un viaje por el desierto de Irak, la historia de una mujer que es escritora y está por hacerse muy famosa mientras lucha contra sus inseguridades y su timidez”.
“Sí hay un misterio que resolver, pero no es un crimen” añade Margall para luego consignar que “es un recorrido por la vida de Agatha, sus inicios, su vida como mujer y escritora”.
Según relata la editorial en su página web, Huellas en el desierto comienza con el viaje que están realizando por Oriente un arqueólogo legendario por haber descubierto la ciudad de Ur, su bella y caprichosa mujer, un arquitecto galante, una escritora de misterios y un joven arqueólogo. Será allí, en pleno desierto de Irak, ,donde se conocerán la tímida y a la vez famosa Agatha Christie y el joven arqueólogo Max Mallowan. A pesar de la diferencia de edad, de que Agatha es divorciada y de su total reticencia a cualquier tipo de relación que no sea amistosa, ambos personajes comenzarán una apasionada historia de amor.
Aunque la novela demuestra un profundo trabajo de investigación, Margall -quien además de escritora es historiadora y docente- aclaró que el proceso fue más sencillo que el realizado en sus libros anteriores porque conocía casi de memoria la región donde se desarrolla la acción: el desierto de Irak y de Siria.
“Gran parte de la novela transcurre en el Cercano Oriente, en la época en la que los ingleses excavaban el desierto buscando tesoros -describió-. Y eso es precisamente lo que estudié en la universidad: asiriología. De modo que fue recuperar esa parte de mi formación que no estaba en las novelas anteriores y pude volcarla a esta nueva novela aprovechando personajes de arqueólogos reales como Leonard Woolley o Max Mallowan“.
No obstante sí reconoció que en el proceso se encontró con un dato sorprendente: otra mujer real, también arqueóloga, llamada Katharine Woolley, que fue amiga de Agatha y que tiene una vida extraordinaria que por poco se roba la novela. “Fue un gran descubrimiento” dijo.
Por último, la escritora reafirmó que le encanta escribir sobre escritoras. “Es una forma de escribir mirando un espejo” dijo y recordó que otro de sus libros, El secreto de Jane Austen también tiene esa lógica. Sin embargo, no garantizó que vaya a seguir trabajandoi en esa línea. “La historia de amor de Agatha Christie era preciosa y quería contarla. Siempre estoy buscando buenas historias para contar, sean las que sean” concluyó.
Lo dicho, hay que leerlo.