Este año, la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Mar del Plata tendrá una imagen diferente. Al tradicional barquito de papel que desde hace once años representa a esta propuesta cultural marplatense se le sumarán dos grullas que representarán a Sebastián y Valentina, dos niños marplatenses de 4 y 2 años que en el año 2000 fueron asesinados por su padre y cuyo recuerdo es el potente motor de una campaña masiva para reclamar por una sociedad con menos violencia y más derechos para sus niños y niñas.
En 2015 Adriana García eligió el nombre Mil grullas por Sebastián y Valentina para realizar, como todos los años, un homenaje a sus hijos y reclamar por mayor protección hacia niños y niñas en casos de violencia.
El resultado de la convocatoria fue una muestra que no para de crecer (ya cuenta con más de 2.500 piezas) y que será expuesta por primera vez durante la 4º Feria del Libro Infantil y Juvenil, que se realizará desde el 15 de julio hasta el 1 de agosto en la Plaza del Agua –Güemes y San Lorenzo-.
Durante la exposición las grullas serán acompañadas por diversas fotos de quienes colaboraron con la campaña que Adriana García lanzó a mediados de 2015, con motivo del décimo quinto aniversario de la muerte de sus hijos, Sebastián y Valentina. También se expondrán breves textos explicativos del objetivo de la iniciativa y se dictarán talleres de armado de grullas.
Además, el 22 de julio a las 16 se realizará un acto con la participación de Adriana García y la escritora Cristina Lobaiza, quien actualmente trabaja en un libro sobre Valentina y Sebastián.
La exposición se realizará con el apoyo de la Dirección Municipal para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos y el comité organizador de la 4º Feria del Libro Infantil y Juvenil, integrado por la Municipalidad de General Pueyrredon –a través de la Secretaría de Cultura-, la Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Vivos en el recuerdo
El origen de la muestra hay que buscarlo 16 años atrás, el 16 de octubre de 2.000, cuando Ariel Rodolfo Bualo asesinó a sus hijos Sebastián (4 años) y Valentina (2) durante una de las visitas autorizadas por la Justicia, a pesar de las reiteradas denuncias de violencia y amenazas presentadas por su ex esposa, quien había advertido que los hijos de ambos estaban en peligro.
Desde entonces, García organiza cada año una convocatoria diferente. “Con mis amigos y familia hacemos todos los años algún homenaje recordando la necesidad de leyes que amparen los derechos de los niños y niñas en los casos de violencia” explica en su facebook y reconoce que estas actividades los ayudan a “resignificar nuestro dolor”.
La consigna de 2015, lanzada a través de las redes sociales, fue simple: “Que cada grulla ayude a mitigar el espanto, el dolor y el vacío -afirmó a través de esa red social-. Que genere momentos de paz, de unión y de felicidad, de sentirnos mejores personas por defender la niñez, los derechos de los niños y niñas, la Justicia y la vida”.
Rápidamente la propuesta cobró dimensiones que sorprendieron a la propia García: no habían pasado tres días desde su publicación en facebook que ya llegaba, desde Ushuaia, el primer sobre con grullas.
Desde entonces, cientos de grullas de los más variados tamaños y colores (desde papeles de diseño hasta simples tickets), comenzaron a llegar desde lugares imaginados e inimaginados, que van desde la cercana La Plata hasta el lejano Japón, pasando por Villa María (Córdoba), La Rioja, Río Grande, Bahía Blanca, Punta Alta y Macachín (La Pampa). Las más osadas volaron desde Alemania, Ecuador, Los Ángeles y Tokio. Y siguen llegando, con un mensaje de paz, justicia y respeto por los derechos de niños y niñas escrito en sus alas.