Que la carcajada te brote de manera espontánea, sorpresiva, irreprimible. Y que pasado el estallido, se abra paso la reflexión o, incluso, la emoción. Pocos textos vienen con esa garantía incorporada. Y uno de ellos es, sin dudas, La jirafa es una vaca larga, de Eduardo Nachman.

El libro fue presentado (cumpliendo con todos los protocolos) el pasado domingo en Mar del Plata.

Editado por  Frutillas Editorial, el libro -que fue presentado el pasado domingo durante un acto con protocolos en el foyer del Teatro Auditorium- está compuesto por nada menos que 600 frases que Nachman fue compilando durante más de 30 años en los que ejerció como maestro de escuela, padre de Paula y Alejo y, en el último tiempo como abuelo de Río Gael, cuya frase “Borrar es escribir al revés” sirve de apertura para la compilación.

Ordenadas por temas, las frases van desde el absurdo hasta la genialidad, en un paneo rápido por esa mezcla de ingenuidad, sabiduría, desinhibición y picardía que caracteriza a la niñez.

Es así como bajo el título de Expresiones Escritas nos encontramos con gambetas desopilantes a las reglas ortográficas –“feliz, paz, tranquilidaz” son las palabras con zeta elegidas para una tarea escrita- mientras que alguien entiende que “los caballeros son los baños de los hombres” y un espíritu libre (y feliz) utiliza la frase “una ves mi papa meiso un camión” como ejemplo de su buen uso de la letra p.

El dibujante Quattordio tuvo a cargo la ilustración de algunas frases.

En Historia se lo recuerda a San Martín como la persona que “inventó la cordillera” y “liberó al Puré”. Por su parte en Matemáticas, alguien alardea de saber hacer “cuadriláteros y circuláteros”. Desde otro cuaderno se reflexiona, probablemente intentando evadir la responsabilidad de resolver un problema, “Esa cuenta tiene su complicidad”.

Y luego llega la hora  de las frases sabias, irrefutables y poéticas, como la de quien afirma que el “24 de marzo nos golpearon a todos” o la del niño que alguna vez les preguntó a Nachman y a su colega Elías Capeluto: “Los maestros, en la vida real, ¿qué son?”.

Esta mezcla genial de ingenuidad y sabiduría viene envasada en un libro que es, en sí mismo, una buena idea: se trata del primer proyecto de la flamante editorial marplatense Frutillas, liderada por Lucía Gorricho. Al igual que en sus dos primeros libros autopublicados, la también escritora se propuso (y logró) que La jirafa es una vaca larga fuera una publicación ambientalmente sostenible, con tapa de papel reciclado y sin plástico, con producción local y bajo los principios del comercio justo. Las ilustraciones son de Juan Carlos Quattordio.

Nachman afirma haberse inspirado en “Qué porquería es el glóbulo”, del uruguayo José María Firpo.

Para el final, imposible no recordar Qué porquería es el glóbulo, de José María Firpo, publicado. El propio Nachman relata en su prólogo que el libro del maestro uruguayo le “levantó el ánimo” durante sus días de exilio.

Al igual que la obra del uruguayo, aparecida en 1976, la obra de Nachman significa un rayo de luz en estos días de incertidumbre en los que la temida segunda ola ensombrece nuestros ánimos.

Asómense a sus páginas y súmense a esta “fiesta de creación colectiva” que es La jirafa es una vaca larga.

PD: quienes deseen adquirir un ejemplar del libro pueden acercarse a la Librería Eureka -Falucho 3266-, enviar un mensaje al 223 6229217 o escribir a otraoreja@gmail.com