Publicado por Editorial Halley, el libro se encuentra en etapa de pre-venta y puede solicitarse haciendo click en este enlace. En el siguiente texto, la profesora y escritora María Minnucci* nos habla del trabajo de Bugnone y su constante búsqueda por conseguir un quiebre que posibilite crear lo nuevo.
La poesía marplatense tiene voz propia y esa voz crece con una constancia que dinamita. Uno pensaría en el mar, en una ciudad fría y gris, en el viento y en el calor. Pero de repente, encontrás una voz distinta, que, siendo local, te lleva hacia otros lugares: al río, a un agua que no es de acá, a la naturaleza viva lejos de la ciudad, la voz imparable de una vecina que grita y ahora, la idea de una niña.
Así presento a Carolina Bugnone, psicóloga, madre, feminista y poeta marplatense. Carolina no sólo ejerce su profesión con vocación y amor, sino que además posee una habilidad artística: encandilar con su arte. Dicta talleres de escritura para adultos y para adolescentes, y, en conjunto con Micaela Concolino, una Clínica Poética.
Carolina logra que la poesía crezca, se mantenga viva y proponga nuevos desafíos. En esta oportunidad, lo hace de la mano de Mariana Kruk, una editora incansable e imparable, dedicada a producir y acompañar a la escritura de escritoras y escritores de todas partes del país.
¿Qué lugar estamos tomando las mujeres en las publicaciones? Mariana dirige una editorial, Carolina escribe y en su epígrafe cita a Claudia Masín, poeta y psicoanalista nacida en Chaco: “¿Nunca se te ocurrió cómo sería si en lugar de manos tuvieras garras o raíces o aletas?” (del poema “Tomboy”). Así es como nace el poemario: la existencia de un otro. ¿Qué hacemos con aquello que no es parte de nuestro cuerpo pero que no deja de pertenecernos?
Una niña ideograma es el nuevo libro de Bugnone, editado por Halley. Presenta una serie de poemas que narran una historia.
Sin embargo, en cada poema queda resuelto un ideograma, un poema que forma una idea y que es desafía al lector a separarlo, descomponerlo, descomprimirlo.
Una niña que cae en el medio de un espacio distinto: ¿estamos con los pies en la tierra?, ¿en el medio de una galaxia?, ¿hablamos todos el mismo idioma?, ¿nos entendemos? Porque en el libro y en la vida: ¿quién entiende a una nena?, ¿quién se prepara para lidiar con ella, qué infancia se ajusta a algún canon?, ¿dónde están los otros y quiénes son los otros?, ¿por qué hay un otro?
Cuestionar a la poesía es cuestionar a la vida. O es la poesía la que constantemente nos cuestiona a nosotros. Ahora pienso: quién dejó caer a la niña ideograma, qué parámetros son los normales o en qué planeta hay lugar. Por eso, leer este poemario no es más que ingresar en ese mundo de posibilidades.
Inventar otro espacio es el objetivo de la poesía. Un espacio donde una idea quiebre lo imposible, movilice y pregunte.
Editorial Halley presenta esta propuesta que toma forma en Una niña ideograma, esta serie de poemas que llevan a pensar y reflexionar dónde estamos, quiénes somos, qué hacemos.