Se acerca el verano y las temperaturas por estas latitudes empiezan a estabilizarse por encima de los 20 grados, lo que hace que cada vez pasemos más tiempo al aire libre: la playa, la plaza, los patios y los parques se convierten en los favoritos para los ratos de ocio, además de que resultan los ámbitos más seguros en estos momentos porque, claro, la pandemia sigue.

Siguiendo la premisa de disfrutar el tiempo que se pueda para leer lo que se pueda, junto a la librería Libros de la Arena de Mar del Plata, te proponemos algunas lecturas que combinan muy bien, tanto con la exposición al sol como el reposo a la sombra.

En esta ocasión, y teniendo en cuenta que aun algunas actividades están restringidas, decidimos compartir recomendaciones específicas para que la experiencia de “salir” a través de la lectura sea completa y por eso elegimos tres estilos absolutamente diferentes dentro del subgénero de crónicas de viajes.

Una mirada tematizada

En Japón desde una cápsula, Robótica, virtualidad y sexualidad, su autor Julián Varsavsky propone tres ejes para mirar este país asiático, hospedándose en hoteles cápsula, asistiendo a eventos de robótica (¡como el campeonato mundial de futbol de robots!) y adentrándose en el mundo de la denominada tecnoerotización.

El libro fue publicado por Adriana Hidalgo Editora y en él el periodista de Página 12 se enfoca en temáticas que cada vez conquistan más y más a las nuevas generaciones occidentales: la cultura pop del cosplay, el manga y el animé.

Pero toda esta estética futurista no lo distrae de una cuestión que se vivencia aunque no se perciba a simple vista y es la sacralidad milenaria que late en cada manifestación cultural.

Este libro es un viaje y es un regreso a una mirada erudita de un escritor con la vista entrenada para descubrir historias, para dejarse asombrar, pero también para reconocer las antiguas lógicas que siguen operando en una idiosincrasia fascinante.

Literatura de viaje (y sobre viajes)

Si se habla de las crónicas de viajes como género, no puede faltar la “viajera crónica” que fue, y sigue siendo en sus numerosos libros, Hebe Uhart. De hecho, hace pocos meses el sello Adriana Hidalgo editó una compilación de toda su obra dividida por géneros, Cuentos completos, Novelas completas y Crónicas Completas, pero además se consiguen los títulos individuales que la autora escribió a lo largo de su prolífica vida.

El elemento aglutinador y la principal característica de la obra de Uhart es, sin lugar a dudas, el hecho de que haya construido relatos extraordinarios sobre paisajes reconocidos, puesto que la curiosidad de su mirada se posa en cada una de esas descripciones, donde encuentra todo lo excepcional que habita lo ordinario.

Pero además, los títulos más significativos se consiguen de manera individual y en cada uno la autora, que falleció hace dos años, logró dejar fijadas las atmósferas de cada uno de sus recorridos.

Un párrafo aparte merece De aquí para allá, un exquisito recorrido a través de once textos por diversas comunidades indígenas y sus diferentes lenguajes. Imperdible.

Y una guía por lugares que todavía sorprenden

Una lectura completamente diferente es el libro del youtuber mexicano Luisito Comunica, titulada Lugares Asombrosos: travesías insólitas y otras maneras extrañas de conocer el mundo, editado por Alfaguara.

Este autor es conocido por su canal en la red social, uno de los más exitosos en la historia de Youtube, que reúne más de 34 millones de suscriptores y donde comparte contenido relacionado con viajes y muchas de esas experiencias son la materia prima de este libro, que se divide en cinco partes: lugares abandonados, lugares místicos, lugares alocados, lugares embrujados y lugares perturbadores.

Si bien se trata de un estilo muy vinculado con la oralidad -un aspecto que suele ser apreciado por las y losa seguidores que deciden explorar el libro-, lo cierto es que incluye información minuciosa sobre los puntos que visita y no da por sentado ningún dato que pueda resultar fundamental, de manera que se acerca más a una guía completa con una retórica de relato.

Se trata, por supuesto, de una propuesta bien informal, con giros humorísticos y detalles simpáticos destinados a su público habitual, que en general es gente muy joven. Sin embargo, cumple con la premisa de mantenernos “al aire libre” utilizando otras formas de narrar.

Lo cierto es que existen numerosas opciones para aprovechar estos nuevos ratos al aire libre, y no hay que perder de vista que, muchas veces, los libros son una muy buena forma de salir. Con todo lo que ello implica.

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