En abril de este año, Netflix lanzó Poco ortodoxa, serie basada en el libro autobiográfico de Deborah Feldman que relata la vida de una joven integrante de una comunidad jasídica de Estados Unidos que un día decide huir a Berlín e iniciar una nueva vida.

Aunque las expectativas eran altas, la realidad superó lo imaginado: casi inmediatamente entero se fascinó con Esty y lo que muchos interpretaron como una historia de superación y liberación personal.

En Argentina –donde el estreno coincidió con uno de los momentos más estrictos de la cuarentena-  la serie estuvo semanas entre las más vistas de la plataforma y fue tema de conversación en infinidad de hogares y redes sociales.

Trailer de la serie basada en el libro de Deborah Feldman.

La producción de Netflix recibió excelentes críticas. Los mayores aplausos fueron para Haas, quien se destaca al ir mostrando la transformación de Esty de una joven sumisa y respetuosa de las normas en esa joven que un día decide huir a Berlín apenas con lo puesto y se anima a seguir sus deseos.

En busca del libro

El interés no tardó en trasladarse a las librería: la gente buscaba ‘Unorthodox: the scandalous rejection of my hasidic roots’. Querían saber más sobre la verdadera Esty. La respuesta fue la misma durante varios meses: el texto aún no se había publicado en castellano pero había una editorial que estaba preparando la traducción. Creían que para fin de año estaría publicado.

El tiempo pasó, la cuarentena se flexibilizó y el top 10 de más vistos de Netflix dio lugar a nuevos títulos.

Pero el proyecto editorial no se detuvo y la editorial cumplió lo prometido: Unorthodox : mi verdadera historia ya está en las librerías, editada por Lumen.

¿Por qué leerlo?

Es una pregunta válida, ahora que el furor por la serie ya no es lo que era. Pero la respuesta también lo es: porque se trata de una historia conmovedora, escrita con una honestidad, una transparencia y una visceralidad inusuales en las novelas testimoniales.

Tapa de la edición de Lumen.

Y es que Unorthodox es una construcción en vivo y no un libro de memorias: en efecto, Feldman narraba su historia mientras vivía en la comunidad, en un blog anónimo.

“Es un libro escrito con una gran presión por la libertad -afirmó la autora en una entrevista desde Berlín, donde reside junto a su hijo-. No pude escribirlo con el tiempo necesario para hacerme escritora pero sabía que ese presente era la única forma para plasmar lo que estaba viviendo. Es un libro crudo, que no se ha digerido, real, inmediato. A diferencia de las memorias, no ha habido una retrospectiva, una reflexión… normalmente las memorias se escriben con reflexión. En muchos sentidos, este libro no es una memoria”.

Quizás justamente a raíz de lo anterior, la serie se toma algunas licencias respecto de la historia real. Entre ellas, el rol que la música juega en la vida de la protagonista –en la vida real el factor determinante fue la literatura- o el orden cronológico de los sucesos.

Esto no hace que el libro sea menos interesante para quienes hayan visto la serie y les haya gustado.

Por el contrario, permite ahondar en ese submundo del que solo tenemos un atisbo: el de una comunidad hermética, en algunos aspectos anacrónica, en el que las libertades individuales son negadas, los matrimonios siguen siendo arreglados por las familias, el sexo es un tema tabú y el derecho al goce de las mujeres está directamente negado.

¿Es moralmente aceptable que en pleno siglo XXI sigan existiendo comunidades que niegan los derechos básicos de sus integrantes? ¿Qué sucede con las personas nacidas en ese sistema, que no tienen la libertad de elegir? Obligar a las mujeres a mantener relaciones sexuales con las parejas que les fueron elegidas por otras personas, ¿no es una forma de violencia absolutamente violatoria de los derechos humanos?

Estos son algunos de los interrogantes que surgen de leer el libro de Deborah Feldman. Solamente por permitirlos, su lectura es recomendable, tanto se haya visto la serie como no.