Hace solo un par de años Lorena Pronsky publicó su primer libro, Rota se camina igual, y desde entonces su nombre empezó a rodar entre las y los lectores y ya no paró más. El éxito de aquella primera experiencia impresa la llevó a seguir explorando el camino de las emociones a través de la literatura.
Su escritura es pausada, reflexiva, catártica, como bien dice ella misma. Lo confirmó y lo profundizó en los títulos que vinieron después: Despierta y Curame y aun más en No amarás (Vergara), un libro editado este mismo año y en el que pone de manifiesto los vínculos dolorosos, las relaciones dependientes y hasta patológicas y violentas.
Pronsky es licenciada en psicología y tiene larga experiencia en psicología clínica y en el tratamiento de las adicciones. En su trabajo, y especialmente más a partir de su rol como escritora, se nutre de las historias que escucha en su desempeño profesional y en el encuentro con sus lectores para explorar y dimensionar el desarrollo de los vínculos, proyectando un ejercicio saludable de las relaciones.
Algo de todo esto compartirá con el público el sábado 8 a las 18 en la Feria del Libro Mar del Plata Puerto de Lectura que se desarrolla en el Centro Cultural Estación Terminal Sur, Alberti esquina Sarmiento, con entrada libre y gratuita, donde estará acompañada por la escritora marplatense Laura G. Miranda.
Sobre esta presentación, la autora de Despierta, el libro que la consagró como referente de miles de lectores, explica que tiene una gran expectativa y explica que “veo en estos encuentros la posibilidad de intercambiar ideas, contenidos literarios pero también afectivos que, por sobre todas las cosas, son nutritivos para las dos partes”.
Y es que Pronsky es una convencida de que la literatura es un camino para la reflexión sobre los vínculos: “creo que firmemente que la literatura es un lugar. Es espacio de refugio y de reencuentro personal. Un viaje de autoconocimiento y una posibilidad hermosa de sanar a través de un lenguaje catártico. Libre y como puente de exploración personal”, dice en diálogo con Revista Leemos y subraya: “Escribir limpia. Libera. Focaliza. Te permite ver, analizar y entender”.
En No amarás está puesta de una manera muy lírica parte de tu experiencia profesional pero lo hacés tomando la voz como propia. ¿Cómo te resultó este ejercicio?
-Creo que es la conjunción de material profesional con lo lirico de la literatura, como bien decís.
Me resultó familiar hacerlo porque es la modalidad en la que impera mi escritura. Siento que es el lugar que más cómodo me queda y entonces me puedo expresar de la forma que a mí me gusta.
La primera persona es un recurso que nunca dejo de lado. Si bien es comprometido, creo que genera una identificación automática con el lector.
¿Qué se modificó en vos después de haber escrito este libro?
-Las repercusiones del libro que me han hecho los lectores me dieron noción de cuán necesario es tocar este tipo de temáticas que nos atraviesan a todos. Creo que alimentó mucho la semilla de ahondar sobre esta problemática y me dieron muchas más ganas de seguir profundizando para, por supuesto, seguir aprendiendo y luego, seguir escribiendo.
Y es que en No amarás, Pronsky explora acerca de las razones que hacen que las relaciones amorosas patológicas, dolorosas, se extiendan a lo largo del tiempo, se repitan una y otra vez y se haga tan difícil depurarlas o dejarlas de lado en favor de una autopreservación.
Con una pluma marcada por el lirismo, en este su último libro, la psicóloga recuerda la premisa de no buscar amor en dónde ya sabemos que no hay.
@trianakossmann