La última novela de Umberto Eco, Número Cero, se interna en el mundo de los periodistas, los periódicos y lo policial y la política. Si bien no es una gran novela, la idea de hacer un número cero de un diario que se llama “Mañana” y que pretende adelantarse a los acontecimientos a base de suposiciones e imaginación, es un disparador muy atractivo.

Desde siempre, las novelas sobre periodistas seducen a los profesionales de esta disciplina –yo soy una esas víctimas- y no siempre los resultados son los esperados.

En Cinco esquinas, de Mario Vargas Llosa, su protagonista, Rolado Garro busca chantajear por sus deslices sexuales a un personaje exitoso del mundo de los negocios. Es un libro sobre el periodismo amarillo, que seguramente también lo tomó de centro al escritor cuando fue candidato presidencial del Perú. “Sus competidores tendrán pánico de que usted, gracias a Destapes, los hunda en la ignominia bajando el dedo meñique” dice Garro y desnuda su moral.

Claro que la novela más conocida de Vargas Llosa sobre este tema es Conversaciones en la Catedral donde un joven estudiante entra al mundo periodístico a fin de hacerse unos pesos. “El periodismo es la profesión peor pagada. La que da más amarguras, también” le advierte su jefe, pero el muchacho desoye el consejo y se enfrenta a las aristas más oscura de una sociedad sumergida en una dictadura militar.

La película peruana Tinta roja se desarrolla en Lima, y su protagonista, Alfonso es apodado “Varguitas” por sus pretensiones de convertirse en escritor (precisamente como Vargas Llosa). El guion se basa en la novela del mismo título, de Alberto Fuguet, que se desarrolla en Chile, patria de este escritor. El protagonista confronta todo el tiempo con su editor empeñado en doblegar la ética periodística. Uno de los primeros aprendizaje que recibe en periodista bisoño es: “El periodismo, como la prostitución, se aprende en la calle, pendejo”.

El amor, la melancolía y el paso el tiempo campean en una novela de periodistas, escrito por un periodista, pero que llega a las alta cumbres de la literatura. Muchas veces me pediste que te contara esos años, de Juan Cruz Ruiz es un texto ejemplar que reflexiona sobre la profesión con un prosa admirable: “…Leí en un libro esta mañana: «Esta profesión es capaz de cargarse hasta la pena». Era sobre la literatura, y yo pensé que sirve sobre todo para el periodismo”, escribe.

En El vuelo de la reina, el doctor Camargo, periodista, director de un periódico y  voyerista consumado se obsesiona con una joven colega con la que inicia una relación pasional atravesada por la infidelidad. Basada en hechos reales, Tomás Eloy Martínez se luce en un texto que va de la política a lo policial, y su siempre conflictivo vinculo con el periodismo.

El periodismo y los periodistas han atraído a la literatura y al cine, y no son pocos los jóvenes profesionales que alimentar sus fantasías con estas novelas, a pesar de que la mayor de las veces, los periodistas literarios deambulan peligrosamente entre el cinismo, el fracaso y el desaliento. Prometemos ¡más noticias!

@neriotello