Todas las personas que leen saben que siempre que se enfrenten a temas difíciles -de entender, de procesar, de transmitir o simplemente de poner en palabras- pueden contar con un libro que pueda salir en su auxilio. Uno de esos “temas difíciles” en la vida de los argentinos y las argentinas es, sin duda, el Golpe de Estado de 1976, y mucho más aún si es necesario abordarlo con adolescentes.

Es por ello que, en la víspera de este nuevo aniversario del golpe de Estado cívico militar en Argentina, quisimos hacer una selección de libros que nos ayuden a pensar y repensar la dictadura con las y los adolescentes de hoy.

En la selección nos ayudaron las responsables del proyecto “Historias en valija”, la biblioteca itinerante de derechos humanos de SADOP. Podés escuchar el audio con sus recomendaciones -que incluyen El que no salta es un holandés, de Mario Méndez, Lengua Madre, de Teresa Andruetto, y Los que volvieron, de Márgara Averbach- en este enlace.

La lista se completó con algunos títulos de cosecha propia, las sugerencias de la librería El Gran Pez -con textos publicados por editoriales independientes- y la memoria de muchísimos amigos y amigas de Revista Leemos que respondieron a la consulta realizada por redes sociales.

A continuación, compartimos diez libros con los intentamos representar distintas edades, editoriales y estilos literarios; un listado de títulos que sin duda van a ayudar a la apatía en empatía, el dolor en acción reparadora, el olvido en memoria.

El año de la vaca, de Márgara Averbach -Editorial Sudamericana

Una novela que engancha al tiempo que hace reflexionar.

Narrado a seis voces -tres varones y tres mujeres- el libro parte de la llegada de Juana -Averbach en su adolescencia- a una escuela secundaria. La “nueva” compañera se convierte en objeto de burla de sus compañeros, que la apodan “la Vaca”. Pero todo cambiará cuando la jovencita descubra, gracias a sus poderes extrasensoriales, que su compañera Nadia se llama en realidad Celeste y tiene una historia diferente a la que le contaron.

Con un profundo conocimiento de la psicología adolescente, Averbach logra atrapar a sus lectores y hacerlos reflexionar sobre lo sucedido en la Argentina, el derecho a la identidad y el bullying. El texto recibió el Primer Premio para Cuento Infantil de las Madres de Plaza de Mayo (1992) y fue Destacado de ALIJA 2004.

Matilde, de Carola Martínez Arroyo -Editorial Norma, colección Zona Libre

Una niña, en Chile, que espera a su padre. Una historia sin fronteras.

Novela que narra la historia de una niña de 8 años que, entre trenzas apretadas, zapatos de charol y figuritas de Sarah Kay, espera a su papá. No sabe dónde está, pero sí sabe que no puede contarle a nadie de su ausencia. Y aunque pregunta, su abuela y su mamá no tienen palabras que expliquen lo que pasa.

Martínez Arroyo nos habla de un Chile convulsionado y violento pero también de una historia universal: la del terror que embarga a una sociedad cuando se pone en marcha el aparato represor y genocida del Estado. Para Matilde, las respuestas solo llegarán con la ayuda del tiempo, la verdad y la justicia. En Matilde estamos representados todas y todos.

Con la muerte a cuestas, de Gabriela Urrutibehety -Letra Sudaca Ediciones

Novela ambientada en un pueblo costero

Ambientada en un pueblo de la costa bonaerense, esta novela tiene -para los y las lectores de ciudades turísticas como Mar del Plata- el atractivo de lo reconocible, lo identificable, lo propio.

Urrutibehety pone en palabras “una historia que nadie quiere contar”, como dice Guillermo Orsi en el prólogo. Para ello, elige como narradora a una anciana que, postrada en su cama, necesita contar antes de morir lo que sucedió con Raúl Marelli: sus silencios, su pasividad, su resignada espera. Y también con la hija mayor de Raúl, su secuestro y desaparición. Y con la esposa de Raúl, Tencha, sus viajes semanales a Buenos Aires para marchar con otras madres alrededor de una pirámide.

Una novela que nos habla de distintas maneras de enfrentar el horror, las ausencias y los quiebres (individuales y colectivos) que trajo aparejados la dictadura.

Hay unos tipos abajo, de Antonio Dal Masetto -Sudamericana

Todo el horror de una época, en una novela

La noche previa a la final del Mundial de Fútbol, Argentina vs. Holanda, Pablo -un modesto periodista que se gana el pan omitiendo más que describiendo lo que pasa– recibe una mala noticia: su amiga Ana le transmite que hay unos sospechosos al pie del edificio donde vive. La mezcla de sensaciones produce una de esas fijezas angustiosas en las que se revelan la sospecha, la certidumbre y el delirio.

Con una admirable economía de recursos, con psicología pero también con sutileza, Dal Masetto describe la paranoia, el miedo y el horror de una época.

Dos veces junio, de Martín Kohan Penguin Random House

Una historia en dos líneas temporales

“¿A partir de qué edad se puede empezar a torturar a un niño?”. La pregunta da lugar a una de las líneas temporales que desarrolla Kohan en su novela y da cuenta, también, del tono de este libro.

La novela se ubica en dos momentos de la historia argentina: una, la del seleccionado nacional de fútbol durante el Mundial del ’78, frente a la selección italiana. En este caso el protagonista es un conscripto, chofer del doctor Mesiano, médico encargado de “supervisar” las torturas en un centro clandestino de detención. El segundo momento es durante 1982, después de la guerra de Malvinas.

Un libro duro pero necesario, en el que Kohan utiliza distintas voces -un medico, un conscripto, un cuaderno con faltas de ortografía- para recrear la época de la dictadura sin contemplaciones ni benevolencia.

Una muchacha muy bella, de Julián López -Eterna Cadencia

López recrea el mundo de la infancia en los ’70

Es, probablemente, la contracara de Dos veces junio. Un texto que destila belleza, amor y poesía.

En él, López recrea el mundo de la infancia en los años setenta, en la que también niñas y niños aprendieron que un secreto vale muchas vidas. Un niño cuenta cómo era su madre y en ella encuentra el abrazo cariñoso y el deseo de crear para su hijo una vida mejor, pero también encontrará el ímpetu y la fuerza de una mujer sola en el mundo, la sensualidad de la juventud, el misterio de quienes tienen una misión y andan con el rastro a cuestas.

Una novela en la que la experiencia histórica y social libra su conflicto con la experiencia individual de la pérdida.

El azul de las abejas, de Laura AlcobaEdhasa

La continuación de La casa de los conejos puede leerse de manera autónoma

Es el año 1978, en La Plata. Una niña espera encontrarse con su madre, exiliada en París. Estudia sin pausa el francés, su futuro idioma, un aprendizaje donde conviven sueños y un velo de incertidumbre. Mientras tanto, cada quince días, visita a su padre en la cárcel; un preso político en tiempos de la dictadura. Él también la prepara para el viaje y le recuerda que mantendrán la relación a través de cartas.

Cuando a principios de 1979 llega a Francia, la realidad corrige fantasías. No es París propiamente dicho donde irá a vivir sino un suburbio; no es la postal del Sena, la torre Eiffel y las callejuelas, sino el edificio algo extravagante donde está el departamento de su madre. Es, comprende de golpe, una niña refugiada. En medio, las cartas a su padre y el tibio descubrimiento de la literatura, de la escritura como lugar inocente, lugar de encuentro y emoción.

El libro, poéticamente escrito, comienza donde terminaba la primera novela de Laura AlcobaLa casa de los conejos -en el que la autora también recurre a recuerdos de su infancia como hija de una militante montonera en la clandestinidad, pero puede leerse de manera autónoma.

El colectivo, de Eugenia Almeida -Edhasa Literaria

Una pequeña alteración de la rutina que lo cambia todo

“Hace tres noches que el colectivo pasa sin abrir la puerta”. Con esa frase clara, serena, pero sin dudas, inquietante, comienza la primera novela de la escritora cordobesa.  

La historia cuenta que en un pequeño y tranquilo pueblo de provincias, a mediados de los setenta, el colectivo deja de parar. A medida que el tiempo pasa, comienza a haber todo tipo de conjeturas. La alteración de la rutina evapora la armonía, la hipocresía se resiente, y salen a la luz envidias, penas y temores tantos años acallados. El chivo expiatorio será una pareja de jóvenes que llegó de la ciudad y está de paso en el hotel. Son un cuerpo extraño en ese lugar, y son quienes más se desesperan por no poder abandonarlo. Quizás es pura impaciencia, aunque en verdad parecen tener muy buenas razones para querer huir rápidamente de allí.

ESMA, de Juan Carrá e Iñaki Echeverría -Evaristo Editorial

Si algo caracteriza a las nuevas generaciones es su predilección por el lenguaje gráfico.

Una crónica gráfica ideal para adolescentes

Es por ello que esta crónica ilustrada del juicio a los represores que cometieron delitos de lesa humanidad en la ex Escuela de Mecánica de la Armada -hoy convertida en Espacio de Memoria y Derechos Humanos- se convierte en un excelente recurso para abordar los hechos ocurridos durante la dictadura con adolescentes, aunque por supuesto no es el único público al que está destinada.

La novela se centra en la mirada de un periodista que debe realizar una cobertura de la mega causa ESMA. Los hechos, complejos de por sí, están relatados en lenguaje amigable, aunque sin ablandarlos ni minimizarlos. Un libro que como afirma Carolina Bugnone en este comentario escrito para Revista Leemos, ofrece un “modo de intentar curar los dolores que nos dejó la atrocidad”

El negro de París, de Osvaldo Soriano -Seix Barral

Para el final nos reservamos un clásico, escrito por uno de los autores más admirados de los últimos tiempos, orgullosamente nacido en Mar del Plata: Osvaldo Soriano.

En esta novela, el también autor de Cuarteles de invierno narra la historia es un niño argentino que debe abandonar su país junto con sus padres durante la dictadura militar de 1976. La familia se va a Francia pero tiene que dejar en Buenos Aires a la mascota del nene, la gatita Pulqui.

Instalado en París, el niño tendrá que aprender un nuevo idioma, adaptarse a una nueva escuela y buscar nuevos amigos en una ciudad desconocida y diferente. Allí conocerá al Negro, un gato tranquilo y distante, de misteriosos poderes, con el que emprenderá un viaje a través de los tejados, que lo llevará hasta la Torre Eiffel. Desde lo alto de la torre podrá ver lo que sólo puede verse con la mirada del Negro: su patria, Buenos Aires al otro lado del mar.

Yapa: el listado

Como los aportes que nos hicieron fueron tan numerosos, diversos y bien intencionados, a continuación encontrarán la lista de sugerencias que recibimos y que abordan, directa o indirectamente, esa época que forma parte de nuestro ADN individual y colectivo, aunque no solamente para un público adolescente.

Si conocen otros, pueden mencionarlos en los comentarios para que los agreguemos (es lo bueno de un medio digital). Y recordemos que pensar y repensar la dictadura no es un tema reservado a una fecha del calendario: todos los días son oportunos para volver a mirar atrás, reflexionar, emocionarnos, indignarnos y volver a decir, una y otra vez, NUNCA MÁS.

-El mar y la serpiente, de Paula Bombara (desde 13 años)

-El golpe y los chicos, de Graciela Montes (segundo ciclo)

-La casa de los conejos, de María Laura Alcoba (novela)

-¿Quién te creés que sos?, de Ángela Urondo Raboy (autobiografía)

-El eternauta, de Héctor Germán Oesterhel y Francisco Solano López (novela gráfica)

-La memoria de los seres perdidos, de Jordi Sierra I Fabra (a partir de 14 años)

-Origami, de Eduardo González (nivel secundario)

-Nunca estuve en la guerra, de Franco Vacarini (nivel secundario)

-Rompecabezas, de María Fernanda Maquieira (a partir de 12 años)

-Cruzar la noche, de Alicia Barberis (novela juvenil)

-La composición, de Antonio Skármeta (primer y segundo ciclo)

-Una misma noche, de Leopoldo Brizuela (novela policial)

-Pizzería Vesubio, de Walter Riso (novela)

-Purgatorio, de Tomás Eloy Martínez (novela de historia política)

-Recuerdo de la muerte, de Miguel Bonasso (novela testimonial)

-Cuarteles de invierno, de Osvaldo Soriano (novela)

-Todos éramos hijos, de María Rosa Lojo (novela)

-Piedra, papel o tijera, de Inés Garland (a partir de 14 años)

-Piedra libre, de Jorge Grubissich (novela juvenil)

-La escuelita, de Alicia Partnoy (relato testimonial)

-Identidades encontradas (varios autores, Editorial Norma) (Desde los 13 años)

-Un lugar en la memoria (varios autores, Editorial Terramar) (relatos testimoniales y ficcionales)

-Prohibido soñar, de Carlos Marianidis (desde los 12 años)

-La respiración violenta del mundo, de Angela Ángela Pradelli (novela – crónica)

-Para que sepan de mí, de Laura Devetach (Poesía para adultos)

-Pequeños combatientes, de Raquel Robles (novela adultos)

-Los topos, de Félix Bruzzone (novela)

-Barrefondo, de Félix Bruzzone (novela)

-Campo de Mayo, de Félix Bruzzone (novela)

-Diario de una princesa montonera (110% verdad), de Mariana Eva Pérez (ficción testimonial)

-Aparecida, de Marta Dillon (biografía)

-De vuelta a casa. Historias de hijos y nietos restituidos, de Analía Argento

No ficción

-La noche de las corbatas, de Felipe Celesia y Pablo Waisberg.

-Nosotras, presas políticas, Varias autoras.

-Del otro lado de la mirilla. Presos políticos de la Cárcel de Coronda (1974-1979).

-La Patria fusilada. Testimonios de los sobrevivientes de la masacre de Trelew, de Francisco Paco Urondo.