Más allá de las recientes muertes de Alberto Laiseca y Andrés Rivera -que tuvieron lugar la semana pasada y que enlutaron al mundo de la cultura en nuestro país- durante el año 2016 fueron muchas y sentidas las pérdidas en el universo de las letras.

El italiano Umberto Eco, la estadounidense Harper Lee, el escritor y guionista Dalmiro Sáenz y la crítica y ensayista Josefina Ludmer son algunos de los personajes del ámbito cultural que fallecieron este año.

La muerte del escritor y semiólogo italiano Umberto Eco generó fuerte conmoción a nivel mundial: su nombre era conocido internacionalmente por sus numerosos libros de ficción y ensayos, pero sobre todo por su novela “El nombre de la Rosa”, publicada en 1980 y llevada al cine en 1986.

Eco falleció el 19 de febrero a los 84 años en su casa de Milán, tras luchar por años contra un cáncer de páncreas, y sus restos fueron despedidos en el castillo Sforzesco de esa ciudad, generando muestras de afecto en todo el mundo, que incluyeron a intelectuales, políticos y figuras de la cultura. 

Desde 1971 se ocupaba de la cátedra de Semiótica en la universidad de Bologna, y entre sus ensayos más destacados figuran “Tratado de semiótica general”, “El cementerio de Praga”, “Apocalípticos e integrados” y “Diario mínimo”.

Su última obra publicada fue “Número Cero”, una crítica al mal periodismo y la manipulación y a días de su muerte se publicó su obra póstuma “Pape Satán Aleppe”, que en menos de 24 horas vendió más de 75.000 ejemplares.

El mismo día de la muerte de Eco falleció la escritora estadounidense Nelle Harper Lee, ganadora del premio Pulitzer por la novela “To Kill a Mockingbird” (“Matar a un ruiseñor”), con la que vendió más de 40 millones de copias en todo el mundo.

Lee tenía 89 años y había publicado en 1960 “Matar un ruiseñor”, que se convirtió rápidamente en un clásico de la literatura moderna estadounidense, inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía apenas 10 años.

Al igual que J. D. Salinger y Thomas Pynchon, Lee no concedía entrevistas y vivió retirada tras haber escrito la novela con la que se llevó el Premio Pulitzer en 1961, que fue llevada al cine en 1962 por Robert Mulligan en una película protagonizada por Gregory Peck.

El 25 de mayo murió a los 92 años en la ciudad de Buenos Aires el artista, poeta y escultor Gyula Kosice, pionero del arte cinético y lumí­nico en nuestro paí­s y fundador del Movimiento Arte Madí. Kosice fue el creador de la utópica “Ciudad espacial”, “el primero en utilizar el agua y el neón como parte constitutiva de sus obras. Un revolucionario”, según lo definió el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires al momento de confirmar su fallecimiento.

El artista había nacido en 1924 en la frontera checo-húngara bajo el nombre de Ferdinand Fallik, y había llegado a la Argentina a los cuatro años de edad, pero siete años después sus padres murieron y quedó a cargo de un tí­o que lo acercó sin proponérselo al mundo del arte, cuando en su biblioteca encontró un libro de Leonardo Da Vinci.

El 4 de junio falleció en la ciudad santafecina de Rosario el poeta y ensayista Adolfo Prieto, uno de los críticos más importantes de la literatura argentina, integrante del célebre grupo Contorno, que reconfiguró el mapa literario argentino en los años 50.

Prieto fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Rosario entre 1959 y 1964 y entre sus libros se destacan “Borges y la nueva generación” (1954), “Sociología del público argentino” (1956), “La literatura autobiográfica argentina” (1962), “Estudios de literatura argentina” (1968), “Diccionario básico de literatura argentina” (1968), “El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna” (1988) y “Los viajeros ingleses y la emergencia de la literatura argentina” (1996).

Otra de las muertes que conmocionaron la escena cultural argentina fue la del escritor y guionista Dalmiro Sáenz, que falleció el 11 de septiembre a los 90 años, dejando como legado una prolífica producción literaria marcada por la mordacidad y el absurdo en la que sobresalen obras como “Setenta veces siete”, “La patria equivocada” o “Yo también fui un espermatozoide”.

Sáenz se hizo conocido por algunos de sus casi cincuenta libros escritos y por la adaptación de algunos de sus libros al cine, con películas como “Las boludas” o “Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes”, pero también por sus numerosas declaraciones polémicas en torno al sexo y la religión.

El autor de “Carta abierta a mi futura ex mujer” había nacido el 13 de junio de 1926, trabajó como marinero de un buque carguero, y su primera publicación fue el libro de relatos “Setenta veces siete”, con el que ganó el premio Emecé y se convirtió en bestseller y después fue llevado al cine por el realizador Leopoldo Torre Nilsson.
Finalmente el 9 de diciembre de 2016 se conoció la muerte de la ensayista Josefina Ludmer, que concebía a la crítica como una forma de activismo cultural y que, con sus clases y textos, construyó herramientas para repensar la literatura latinoamericana.

Nacida en 1939 en la provincia de Córdoba, Ludmer escribió “Cien años de soledad. Una interpretación”, “Onetti, los procesos de construcción del relato”, “El género gauchesco, un tratado sobre la patria” y “Aquí América Latina. Una especulación”.

Integrante de la llamada Universidad montonera y después del golpe de Estado de 1976 una de las impulsoras de la experiencia conocida como Universidad de las Catacumbas (una estructura paralela a la que ofrecía la institución universitaria durante la dictadura militar), Ludmer falleció a los 77 años.