Las subordinadas suelen ser un problema, no siempre. Son un problema cuando las colocamos sin conciencia real, y ponemos un muro entre el sujeto y el predicado. Si don Alejo Carpentier pudiera leer esto, me estaría tirando dardos venenosos y con razón, pero la escritura ha tendido a simplificarse. Esto no implica que pierda, o deba perder, belleza.
Al inmenso remanso, nacido de la invisible confluencia del Río venido de arriba -cuyas fluentes se desconocían- y del Río de la Mano Derecha, las embarcaciones llegaban, raudas, deseosas de entrar vistosamente en esbeltez de eslora, para detenerse, a palancazas de los remeros, donde otras, ya detenidas, se enracimaban, se unían borda con borda, abundosas de gente que saltaba de proas a popas para presumir de graciosas, largando chistes, haciendo muecas, a donde no los llamaban. (“Los advertidos”, Alejo Carpentier)
Debo advertir, me encanta Carpentier, pero ya no somos capaces de escribir como él y nos hemos transformados en lectores más cómodos ¿por qué? Ni idea. Este texto contradice la advertencia del orden lógico, del que hablamos días anteriores. Pero así es la literatura, hay más excepciones que reglas. El desafío es arriesgarse y ver qué pasa.
Otro recurso que cayó en desuso es el conector. Muy usado en textos de comunicación o ensayísticos, la literatura prescinde cada vez más, y por cierto, la prosa se hace más fluida y directa. Pero evitar el conector es romper una tradición (o una regla), el asunto es conocer la regla para romperla.
En cambio, los cuervos acudían en bandadas desde los más remotos lugares.
Como decía, el sirviente estaba esperando que cesara la lluvia; pero de cualquier manera no tenía ninguna idea precisa de lo que haría después.
Por eso, quizás, hubiera sido mejor aclarar: “el sirviente espera en el portal sin saber qué hacer, ya que no tiene adónde ir”.
(“Rashomon”,Ryunosuke Akutagawa)
No se trata de corregir al gran Akutagawa, o a su traductor, pero sin duda un escritor actual, en castellano, prescindiría de los conectores y –creo- el texto sería mucho más efectivo.