Según informó la Cámara Argentina del Libro en su análisis anual sobre la producción nacional, las tendencias que se habían empezado a observar hace dos años se confirmaron en 2017: cada vez se importan muchos más libros y la balanza comercial del sector registra un déficit de 101 millones de pesos. El peor registro del que se tiene noticias.
Si bien la caída de las exportaciones no es tan estrepitosa –un 5% menos que en 2017- lo cierto es que las importaciones de libros crecieron a números insospechados: de 78 millones de pesos en 2016 a 128 millones en 2017, y se presume que un alto porcentaje de los libros que se traen del exterior son títulos y producciones de empresas editoriales que también tienen sus talleres y sedes en Argentina y que bien podrían producirse en nuestro país.
Los datos surgen del informe realizado por la Cámara Argentina del Libro a partir de los datos declarados ante la Agencia Argentina de ISBN, que brinda servicio a más de 4000 usuarios que registran sus libros en nuestro país.
Otros números de la producción de libros
De acuerdo a la publicación del organismo que reúne a las empresas y editoras independientes, el año pasado se publicaron 28.440 novedades, un valor que se mantiene estable desde 2013, y la tirada promedio para libros de papel, es decir la cantidad de ejemplares que se imprimieron por cada novedad, fue de 2.217 unidades.
En tanto, la edición de libros digitales se mantuvo en 17%, un registro que se mantiene desde hace varios años. Cabe destacar que del total de libros editados en formato digital, la mitad fueron libros que ya habían sido publicados en papel, con lo cual el 50% son conversiones y la otra mitad son libros nativos digitales, es decir, cuyo lanzamiento fue concebido en ese formato.
Además, la Cámara especificó que el 26 por ciento de los libros que se editaron en Argentina fueron sobre literatura, el 16 por ciento corresponden al segmento de ciencias sociales y el 14 por ciento a libros infantiles y juveniles.
La autoedición crece
Los datos que ofrece la CAL también contemplan la cuestión de la autoedición. En un segmento de este informe detalla la cantidad de libros que fueron editados directamente por sus autores así como por solicitudes de empresas que se dedican a asesorar y gestionar ante la ISBN pero que son una herramienta para quienes quieran autoeditarse.
En este sentido, el 23 por ciento de las publicaciones de 2017 fueron autoediciones con tiradas que no superaron los 100 ejemplares, que es considerado el valor modal por libro. Y el 58% de éstas fueron destinados a un canal de venta directa, mientras que el 19% fue a una distribución gratuita y sólo el 13% llegó a las librerías como canal de venta.
Asimismo, el 86 por ciento de las publicaciones que se corresponden con los requisitos de la autoedición salieron en papel y el 14 por ciento restante en formato digital.
Los datos ofrecidos por la Cámara del Libro pueden consultarse en el informe anual publicado en su sitio web
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