La tensión, la intriga y el suspenso son las características propias de un género que estuvo muy en auge a partir de la Primera Guerra Mundial y durante la Guerra fría y que en los estantes de las bibliotecas todavía se clasifica como espionaje.
Cuando dos potencias mundiales como Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaron de manera indirecta a través de varios conflictos -la Guerra de Vietnam es, sin duda, el ejemplo más acabado- las narrativas sobre espías internacionales se diversificaron y crearon una especie de boom literario, con sus referentes inolvidables y sus personajes célebres.
Tras la caída de la Unión Soviética y con el avance de la globalización, las novelas sobre espías comenzaron a menguar y de a poco el género fue variando hasta quedar relativamente diluido entre los estantes de suspenso o, en algunos casos, policial. Al final, el segmento queda más bien enmarcado dentro de lo que hoy llamamos Thriller Político.
Así es que el espionaje no ha muerto y, con los métodos modernos y el avance de las tecnologías, los giros argumentales y los elementos se van revigorizando bajo algunas premisas más adecuadas a la realidad internacional actual: espionaje informático o cibercrimen, espionaje empresarial, investigaciones encubiertas sobre casos de terrorismo o, incluso, de narcotráfico, etc.
Con todas estas variables en mente, consultamos a Libros de la Arena sobre algunos de los títulos que pueden incluirse en esta corriente de resurgimiento del espionaje como género temático, y nos propusieron estos tres libros imprescindibles para comprenderlo en la actualidad.
Proyecto Silverview, novela póstuma de John Le Carré (Planeta)
El novelista británico es, sin dudas, el gran maestro y máximo referente del espionaje. Su recordado personaje George Smiley definió el estereotipo de espía que durante muchos años se mantuvo en el imaginario y, en especial, en diferentes expresiones tanto de la narrativa como del lenguaje cinematográfico.
Falleció en 2020 y a principios de 2021 se publicó una novela que no había salido al público todavía: Proyecto Silverview. En ella, el anciano Julian Lawndsley decide sobrellevar una vida más sencilla cuando se muda a una pequeña ciudad en la costa británica para poner su propia librería.
Pero solo unos meses después recibe la visita de un inmigrante polaco que vive en la mansión Silverview, de las afueras del pueblo, y muestra un interés exagerado en el funcionamiento interno del modesto negocio. A través de una carta de un espía de alto rango en Londres, Julian es advertido sobre una peligrosa filtración y su ferviente compromiso con su país lo lleva a encarar una investigación extraordinariamente narrada.
Terror de estado, de Hillary Rodham Clinton y Louise Penny (Salamandra)
La política estadounidense y la escritora canadiense se unieron para escribir este thriller político de alto voltaje en la que se juegan no sólo los avatares y enfrentamientos entre líderes de un partido sino también la amenaza terrorista.
Douglas Williams es el nuevo presidente de Estados Unidos y elige para que sea su secretaria de Estado a una de sus más fervientes contrincantes, Ellen Adams, que dirige un poderoso holding de medios críticos con el oficialismo norteamericano.
A su tiempo, una joven funcionaria del servicio diplomático asignada a la oficina de asuntos paquistaníes, recibe un mensaje de una fuente anónima en el que se detallan la fecha y hora de una serie de atentados terroristas que se sucederán en diferentes lugares del mundo.
La investigación y las tensiones llevarán a sospechar que la amenaza es falsa y que el riesgo es otro. Lo que habrá que averiguar es quién se beneficia del desconcierto internacional y el fin de las artes diplomáticas.
El poder del perro, de Don Winslow (Harper Collins)
La labor de las agencias que operan en territorio internacional también forma parte del segmento que abordamos. En esta novela del autor estadounidense, el agente de la DEA, Art Keller comienza una implacable persecución para vengar a su compañero torturado y asesinado por la mafia de las drogas.
Un mosaico de personajes y una trama vertiginosa son la clave de esta historia que recorre algunos de los elementos más clásicos del género: una mafia del estilo El Padrino, policías corruptos, narcos mexicanos, nacionalistas irlandeses, venta de armas y tantas implicaciones políticas internacionales como son posibles en una novela cabalmente anclada en la globalización y sus menesteres.
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