Para algunos escritores encontrar una frase que condense la masa del texto imaginado (o escrito) es un premio a la búsqueda, o una casualidad conmovedora. Cada tanto anoto alguna frase, breve y contundente; abierta, y si es posible, poética. Algún día me servirá, o no, para una cita oportuna.
Esas frases encabezan libros de grandes escritores y muchas veces uno como lector descubre un autor, a partir de esas palabras que técnicamente se conoce como el epígrafe. Suele ser una alegoría, o a veces solo un juego que el autor propone a su lector.
En el siglo XIX, Honore de Balzac acuñó esta frase: “Detrás de cada gran fortuna hay un crimen.” Inscripta en uno de sus libros de La comedia humana, cien años más tarde Mario Puzzo la reubicó oportunamente como epígrafe de El Padrino. Al parecer Balzac pensó en Don Corleone.
Si bien me encantan las oraciones cortas, contundentes, me llamó la atención el epígrafe muy largo de Un hombre que duerme de George Perec: “No es necesario que salgas de casa. Quédate a tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera solamente. Ni siquiera esperes, quédate completamente solo y en silencio. El mundo llegará a ti para hacerse desenmascarar, no puede dejar de hacerlo, se prosternará extático a tus pies”. Este texto maravilloso pertenece a “Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero” de Franz Kafka. Si uno no conoce el texto, este epígrafe es suficiente gancho para meterse de lleno en Perec y, claro, en Kafka.
Uno de los más famosos libros de Ernest Hemingway no solo transcribe un epígrafe maravilloso del poeta inglés John Donne (de “Meditación XVII”, año 1624), sino que además toma una frase como título de su novela. “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.”, se trata claro de Por quién doblan las campanas, la gran novela de la guerra civil española.
*Nerio Tello es periodista, escritor, editor y docente universitario. Autor del blog Letra Creativa.