De acuerdo a diferentes percepciones, la literatura romántica es el género que encabeza las ventas en la Argentina. En particular, es un género copado por las mujeres, ya que son muy pocos los varones que incursionan en el romance como leitmotiv de sus novelas.  Pero hay más: dentro del género romántico, la exploración de la historia de nuestro país y los sucesos ubicados en contextos temporalmente lejanos son los más solicitados por los lectores. O, mejor dicho, las lectoras.

Es que, además, este segmento de la literatura se caracteriza por tener un ferviente público realmente muy activo, al punto de que son las mismas lectoras las que generan encuentros, foros, debates y proponen temáticas y acontecimientos a las autoras para que sean incorporados en sus próximos libros.

En este contexto, una de las exponentes de este género, la autora cordobesa Mirta Fachini, llegó a Mar del Plata para presentar su última novela: El cóndor negro, un amor con alas. La obra de esta escritora se caracteriza por explorar el aporte de los esclavos africanos en la sociedad, especialmente la cordobesa, durante el siglo XIX.

“Es un tema muy poco tratado por otras escritoras del género”, dice Fachini, y cuenta que siempre le apasionó estudiar e investigar: “Cuando deje la actividad docente quería seguir trabajando. Primero di un taller literario y  así fue como surgió mi necesidad de seguir investigando y comenzar a escribir”.

¿Por qué te orientaste hacia la novela romántica y, específicamente, en lo que podría considerarse este subgénero de lo histórico-romántico?

“Empecé a escribir novelas después de ganar un premio con un cuento corto. Ahí di el salto y como me gusta investigar, busqué aprender más sobre los esclavos en la época colonial. Son personas con pasiones, miedos, con sus encantos y sus defectos, pero sin un gran reconocimiento en la construcción de nuestra Historia. Por eso quise explorar su perfil romántico desde lo cotidiano, dar rienda suelta a sus historias de amor y, por supuesto, el aporte de la comunidad africana en el Virreynato del Río de La Plata”.

La literatura histórico-romántica tiene grandes referentes que son éxito de ventas. Tal vez la más reconocida sea Florencia Bonelli , que lleva vendido más de un millón de ejemplares de su vasta obra que se caracteriza por su continuidad en una saga tras otra y el entrecruzamiento de personajes que también reaparecen en las diversas novelas en diferentes períodos de su propia vida. Pero algo curioso es que Bonelli también es cordobesa, como Fachini y como una parte importante de las escritoras que abordan este subgénero, entre ellas, algunas que pueden considerarse precursoras del boom: Viviana Rivero, Reyna Carranza, Cristina Bajo y Cristina Loza.

Fachini explica que “en la última década hemos visto un desarrollo muy importante por la cantidad de mujeres que se han puesto a escribir novela romántica. Los hombres también escriben, pero son mucho menos. Pienso que las mujeres, al sentirse más libres quisieron volcarse en algo que tenemos muy a mano: para la mujer que no abandona la casa, y que no tiene mucho tiempo, leer y escribir son dos cosas que eligieron para aprovechar su  tiempo, además de esa necesidad de contar. Y sobre todo en Córdoba, creo que porque las cordobesas son de investigar, estudiar, en fin, son de leer”.

De las obras de las autoras que están más en auge en este momento ¿cuáles son las que más te gustan?

“Y, por supuesto, me enamoré de Cristina Bajo. Y Reyna Carranza, la primera romántica erótica. Y después, algunas compañeras que he conocido en mi recorrido por el país, como Gabriela Margall. En Mar del Plata también tenemos muy buenas representantes del género (entre risas, señala a Gabriela Exilart que se acerca para sacar una foto del momento de la entrevista). Acá nos juntamos todas las que podemos y a ese encuentro lo llamamos el Festival de Novela Romántica (más risas)”.

¿Te parece que el rol de la mujer como autora de novela romántica tiene también una injerencia en una mayor aproximación al ser sexual femenino, o por lo menos de la exploración de lo erótico desde la perspectiva femenina?

“La mujer se ha liberado en todo sentido. Ya no tiene vergüenza de comprar un libro que tiene una tapa más erótica, de leerlo. Entonces creo que tenemos que escribir también para las mujeres que tienen ganas de leer ese tipo de historia. Por eso, mi último libro, (El cóndor negro) es más romántico y erótico que los anteriores”.