El escritor sueco Henning Mankell, maestro de la novela negra escandinava, murió el lunes 5 de octubre a los 67 años en Gotemburgo, según informó su editor sueco.
Mankell dejó publicados más de 40 títulos, doce de ellos protagonizados por el popular comisario Kurt Wallander, cuyas aventuras son seguidas por millones de personas en todo el mundo y hasta son eje del denominado “turismo literario” en Ystad, la ciudad sueca donde están ambientadas las aventuras.
Aunque la primera novela de Mankell, El rompedor de rocas, apareció en 1973, sería casi dos décadas después, en 1991, cuando publicaría la primera entrega de la exitosa serie protagonizada por el inspector Wallander: Asesinos sin rostros.
A ese primer volumen le siguieron Los perros de Riga, La leona blanca, El hombre sonriente, La falsa pista, La quinta mujer, Pisando los talones, Cortafuegos; La pirámide, El hombre inquieto y Huesos en el jardín, último libro protagonizado por Kurt Wallander que contiene una perlita: la explicación de Mankell del proceso que le llevó a dar vida al comisario, cómo fue modelando su personalidad y por qué, al cabo de doce libros, decidió decirle adiós.
La serie, que vendió millones de ejemplares en todo el mundo y tiene sus versiones para el cine y las televisiones sueca y británica, se completa con Antes de que hiele, libro protagonizado por Lisa, la hija de Wallander.
Además de esta serie Mankell escribió más de veinte obras de teatro y hasta una serie de cuentos infantiles protagonizados por Sofía, una niña de Mozambique que existe realmente y cuya historia fue tomada por el escritor para narrar las dificultades de la vida en el continente africano, con el que estaba profundamente comprometido, al punto de haberlo tomado como su segundo hogar.
El autor, quien relató su lucha contra el cáncer en el libro Arenas movedizas, se caracterizó por combinar las tramas policiales con la denuncia social y el compromiso humanitario.