Cada vez son más las publicaciones que abordan historias para chicos y chicas desde una perspectiva alternativa a la heteronormatividad.
La autora sevillana Concepción Rodríguez publicó recientemente su novela Llámame Paula, orientada a un público adolescente en la que la protagonista es una niña a la cual, cuando nació, le fue asignado un nombre y sexo masculino, pero que a los 8 años empieza a descubrir y a reafirmar su género.
De acuerdo a Edicions Bellaterra, entre los juegos y las aventuras que vive como cualquier otra niña de su edad, Paula se da cuenta de que no la tratan igual que al resto, ni siquiera en su propia familia.
Según explican en los medios españoles, la autora fue asesorada por la Asociación de Transexuales de Andalucía e, inclusive, la novela es prologada por Mar Cambollé, la presidenta de esa entidad.
Cabe destacar que Rodríguez se inspiró en el caso de una niña transexual de Málaga que se vio obligada a abandonar el colegio al que asistía porque allí no admitían su identidad de género y la seguían tratando como a un varón.
Este es el ejemplo más reciente del abordaje de la transexualidad en la literatura infantil y juvenil, que empieza a cobrar gran difusión en el idioma español y que ya cuenta varias experiencias, por ejemplo, en la literatura norteamericana, con publicaciones como Rethinking Normal, la historia de Katie Colina, una joven de 19 años que cuenta su reasignación de género paso a paso, I Am Jazz, de Jessica Herthel, Jazz Jennings y Shelagh McNicholas, Luna de Julie Anne Peters y I Am J, de Cris Beam.
Otros ejemplos que se consiguen en español son George – Simplemente sé tú mismo de Alex Gino, El arte de ser normal de Lisa Williamson, La mochila rosa de María Gutiérrez y Piratrans carabarco, entre otros, este último editado por la propia Asociación de Transexuales de Andalucía junto a Silvia Rivera y Manuel Gutiérrez y que es utilizado como material educativo para abordar la temática en las escuelas, son algunos de los ejemplos que marcan esta tendencia a generar alternativas a la premisa heteronormativa desde la literatura.
Mucho por explorar desde la literatura
Si bien en nuestro país en el año 2012 se promulgó la ley que reconoce el derecho de las personas a la identidad de género, y que esta ley contempla la solicitud de niños y niñas a ser reconocidos por su género autopercibido, lo cierto es que justamente este tema no cuenta con gran difusión y muchas veces los chicos deben luchar en el seno de sus propias familias para logar el acompañamiento de sus padres que son, a la vez, sus representantes y quienes tienen la potestad de requerir el reconocimiento del género en términos de lo que marca la ley.
La falta de abordaje de esta temática en las propias escuelas es, a la vez, un factor que potencia la situación de vulnerabilidad de chicos y chicas que se identifican con un género diferente del asignado al nacer.
Desde la literatura, como desde otras disciplinas artísticas y esferas que aportan a la construcción del imaginario social, resultan indispensables las exploraciones referidas a estas temáticas, como es el caso de Llámame Paula, que busca dar visibilidad, no solamente al colectivo LGBT, sino también a la situación particular de las personas que lo conforman.
Especialmente, se hacen necesaria la construcción de personajes desprovistos de los típicos clichés y estereotipos que no hacen más que reafirmar el pensamiento hegemónico de “normalidad” inscripto en la escuela y, a través de ella, en todas las instituciones tradicionales.