Es una verdad de Perogrullo que cada vez se lee menos y la televisión y sobre todo las redes, ganan la batalla de monopolizar el tiempo ocioso de la humanidad ociosa. Sin embargo, suceden cosas que llaman la atención en algunas series televisivas donde aparece la lectura, o la literatura, como un “estilo” de vida.

Aquí hicimos referencia a la serie The Affaire, de Netflix, con un protagonista escritor que por supuesto se enreda en otras historias que hacen plausible el drama.

Hace unos meses descubrí una serie antigua pero que no había visto: , es un policial irlandés. Basada en una novela de Ken Bruen (también irlandés) el protagonista es un policía despedido de la fuerza (The Guards) en la ciudad costera de Galway. Previsiblemente alcohólico, con un pasado familiar oscuro, enredado en amores inconvenientes y resistido por la institución policial, Taylor se las ingenia para meter las narices donde no lo llaman. Pero lo más curioso es que en el segundo capítulo el personaje aparece en su habitación leyendo un libro: The Hound of Heaven (El sabueso del cielo) de Francis Thompson (1859 – 1907). No conocía a ese autor, se trata de un poeta y ésta, su obra principal, es un largo poema centrado en la búsqueda de un pecador por un Dios amoroso: “Con ingenio El miedo no se elude, como el Amor con ingenio se persigue.” Canta allí Thompson.

En un tercer capítulo menciona una misteriosa frase de Ralph Waldo Emerson. En ese mismo capítulo, el cantinero, su amigo más cercano, está leyendo a Henry James (la predecible Una vuelta de tuerca). Un capítulo entero (duran casi hora y media) está basado en textos de John Millington Synge (1871 – 1909), dramaturgo, poeta y recopilador de folclore irlandés (esta serie me ayudo a cruzarme con autores que desconocía). Y en un capítulo posterior recuerda cómo nació su habito por la lectura y cómo construyó su propia biblioteca (luego destruida por su madre, pero esa es otra historia). En ese instante aparece un diálogo que señala el nivel de la serie, donde a veces la crueldad de ciertas historias se reivindican con la belleza de los diálogos.

Le cuenta Taylor a su confidente cantinero (aquí la pluma de Bruen): “Mi padre trabajaba en los trenes. Le encantaban las novelas del Oeste. Siempre llevaba un maltrecho volumen de Zane Grey en su chaqueta. Luego empezó a pasármelas. Mi madre decía:

– Le vas a convertir en un mariquita.

Cuando ella no podía oírle, él susurraba:

– No hagas caso a tu madre. Tiene buena intención. Pero tú sigue leyendo.

-¿Por qué, papá? -No es que tuviera intención de dejarlo, ya estaba enganchado.

– Te dará opciones.”

*Nerio Tello  es periodista, escritor, editor y docente universitario. Autor del blog Letra Creativa.