Es un libro pero además es una delicia.  Había una Vez, escrito por María Teresa Andruetto e ilustrado por Claudia Legnazzi es, sin dudas, un buen regalo… y no para chicos. O no, solamente.

El ejemplar que nos acercó la Librería Atreyu de nuestra ciudad es una exquisita edición de Calibroscopio en la que, en términos argumentales, Andruetto re-cuenta, resignifica y reescribe –que es siempre una nueva lectura- la historia de Las Mil y Una Noches, ese ícono de la literatura universal que sigue cautivando por su valor literario y mítico.

Ella es la autora de una gran cantidad de novelas, literatura infantil y juvenil y poesía, entre otras,  y se distingue por abordar a través de una mirada tamizada por el universo femenino, diferentes situaciones y lecturas reales y fantásticas, pero con una sensibilidad y un mestizaje de lo poético con lo narrativo que, sin lugar a dudas, genera sonrisas de satisfacción en las y los lectores. La magia sucede ahí.

Es una condensación en colores del hechizo de las palabras

Además, Había una vez es una condensación visual y en colores del hechizo de las palabras y las historias. Las ilustraciones de Claudia Legnazzi son la prueba de que esa sensibilidad no está solamente en el texto, sino que se completa en sus trazos, en la historia circular y en la representación de ese país lejano en el que viven las mujeres de este cuento, que es el propio mundo inexplorado de la mujer.

Suena complicado para tratarse de una publicación de perspectiva infantil y juvenil, pero en realidad se trata de un libro-objeto que transgrede los límites generacionales y se atreve a tocar, desde la sencillez, las fibras íntimas de cualquier lector o lectora que se permitan disfrutar de una buena historia re-pensada y re-presentada desde la cálida mirada de estas dos autoras.

Una mención aparte merece la edición del libro, la selección y la calidad de los detalles que transmutan los sentidos y rematan esta recomendación para regalar y, por qué no, regalarse.