Corría la década del sesenta en Nueva York. Cada noche, el abogado Edward Packard contaba historias a sus hijas en la cama. Como ya les había leído los cuentos infantiles típicos, empezó a inventar sus propias aventuras, casi todas protagonizadas por Pete en una isla remota. Pero un día él también se quedó sin ideas, entonces preguntó a sus hijas qué harían ellas. Las niñas eligieron caminos distintos, así que Packard trató de contentar a ambas: se inventó un final para cada una de ellas.
Ese seria el inicio de la colección “Elige tu propia aventura”, una propuesta que hizo furor entre las décadas del 80 y el 90, que llegó a vender más de 260 millones de ejemplares en 40 idiomas y que ahora vuelve, en una versión actualizada y revisada para los más pequeños, pero que respeta la esencia de aquellos libros que fascinaron a varias generaciones de lectores.

Cabe aclarar que los libros que conoció el gran público no son los escritos por Packard: después de ser rechazado por varias editoriales, ese padre fantasioso logró convencer a Ray Montgomery -copropietario de la editorial Vermont Crossroads Press– de publicar el primer libro, Viaje submarino.
El libro salió al mercado en 1976 y vendió 8.000 unidades, todo un logro para una pequeña empresa local, y las críticas alabaron su originalidad. Tres años más tarde, la editorial Bantam Books volvería a publicarlo junto con otros cinco libros en la serie ya titulada Elige tu propia aventura.
Los nuevos textos ya correrían por cuenta de Montgomery, quien era en sí mismo un gran aventurero: escaló el Himalaya, esquió por toda Europa y dedicó gran parte de su tiempo al submarinismo.
En las librerías locales ya pueden conseguirse varios de los títulos de la nueva colección, como El espacio y más allá, La magia del unicornio o La casa del peligro, todos de la mano de editorial Artemisa. De hecho, en la librería Libros de la Arena están las versiones grande y “de bolsillo”, listas para que otra nueva generación de lectores disfrute de ser protagonista de tantas y tan variadas aventuras.