“Durante un segundo me parece estar dentro de una novela de aventuras para adolescentes: yo soy el desaparecido que todo el mundo busca, pero me he cansado de participar en la historia y ahora me he puesto a leerla sin decirle a los personajes que ya me han encontrado y que pueden dejar de buscarme.”
Vengo leyendo literatura islandesa, iniciando mi recorrido con la obra “La escritora” de Auður Ava Ólafsdóttir. En este libro encontré temas más profundos, relacionados a la sociedad islandesa de mediados de siglo pasado, motivado principalmente por describir el rol de la mujer en el pasado de este país. Como contraste, en la obra de Bragi Ólafsson vemos reflejado lo irrisorio de las pequeñas coincidencias.
Su escritura me resultó muy original, fusionando dos historias que inician en puntos paralelos y van hilando poco a poco un pasado en común a partir de un inevitable reencuentro.
Un dato de color sobre el autor es que fue bajista de la banda pop islandesa Sugarcubes, en la cual debutó Björk… ¿Será que en Islandia se conocen todos entre sí? Las mascotas de Editorial Bajo la luna, pareciera confirmar dicha teoría.
Es invierno, nieva, y el paisaje desolado de Islandia, un país que como su nombre lo indica es una tierra aislada, no invita a que recorramos su extensión. Conocemos a Emil, un hombre común y corriente con la inmensa fortuna de ganar la lotería. A partir de este golpe de suerte el protagonista decide emprender un viaje a Londres con el objetivo de despilfarrar dinero en sus vicios: discos, tabaco, libros y alcohol. Vive en un vecindario tranquilo, no convive con nadie y ve a su hijo pequeño solo unas pocas veces al año, dado que vive en Dinamarca con su madre.
En el vuelo de regreso a Reikiavik conoce a Ármann, un filólogo demasiado charlatán del que quiere deshacerse lo más pronto posible. Esto no ocurre y su relación se prolonga más de lo deseado, al punto tal que Emil se lleva los anteojos de Ármann por equivocación a su casa y se ven forzados a volver a verse. Otro personaje importante en este vuelo es Gréta, una mujer que conoce de vista desde su adolescencia y por quien siempre ha sentido una gran atracción. Emil encuentra la oportunidad de generar un vínculo y quedan en verse en su casa más tarde ese mismo día.
En una segunda trama hay un personaje misterioso que está buscando a Emil. Va desarreglado y nos deja una impresión muy desagradable con sus actos. El autor logra generar de manera muy concreta una sensación de incomodidad en el lector. Todas estas sensaciones se concentran en el personaje de Hávardur y las situaciones que desencadena.
Emil llega a su casa y, a través de su vecino Tomás, se entera que un hombre extraño vestido con un anorak estuvo buscándolo. No le da mayor importancia. Desempaca algunas pertenencias, pone a hervir agua para un café y de repente alguien interrumpe su placentero regreso a la zona de confort golpeando la puerta. Antes de abrir se asegura de que sea una visita esperada, advertido ya por Tomás del merodeador misterioso. Es entonces cuando Hávardur cobra entidad como personaje y descubrimos, poco a poco quién fue en la vida de Emil y qué hizo para que su supuesto “amigo” decida no solo no abrirle la puerta, sino ignorarlo completamente y correr a su habitación a esconderse bajo la cama.
Hávardur entra en casa de Emil de todas formas, motivado principalmente por apagar el fuego del agua hirviendo y evitar un incendio. Se pone cómodo, dispuesto a esperar a Emil todo lo que sea necesario. Es así como, poco a poco, numerosos personajes van y vienen de casa de Emil sin advertir dónde se ha metido.
Entre los aspectos que nos invita a pensar este libro nos encontramos con las convenciones sociales que seguimos solo por protocolo. Muchas veces no sabemos cómo decir que no o expresar nuestros pensamientos por miedo a dañar a la otra persona, cuando resulta que también nuestras elecciones de inacción generan daño. Emil no puede enfrentarse a su verdad y es fácil empatizar con él.
Islandia es un país con un alto índice de escritores. Esta nación con alrededor de 300.000 habitantes tiene más escritores, obras publicadas y libros leídos per cápita en el mundo. Al parecer uno de cada diez islandeses publicará un libro en su vida. Con estos datos a mano podemos decir que tenemos todo un mundo literario nuevo por descubrir y que Las mascotas puede presentarse solo como la puerta que nos lleve a un nuevo horizonte de lecturas.