La industria del cine y las series ha sido un gran empuje para el mercado editorial, en especial para la literatura juvenil. En los últimos años se han adaptado un sinfín de libros autoconclusivos y sagas a la pantalla grande y chica. Aunque, obviamente, nada supera al libro (y en especial al libro en papel), que estas historias cobren vida, por así decirlo, ayuda a que los libros sigan circulando y se den a conocer a más lectores.
Las películas y las series no son enemigas de la lectura, son un gran acompañamiento que nos permite disfrutar las historias de otra forma. Es cierto que muchas veces las adaptaciones fallan, sean fieles a lo que el o la autora escribió originalmente o no. O el hecho de que modifiquen tanto la trama genera mucho hate entre los fanáticos lectores, pero volvemos a que todo este revuelo que se genera en torno a las adaptaciones es un gran apoyo para dar a conocer el o los libros.
En esta oportunidad, les voy a contar sobre algunas historias que tienen adaptación en la conocida plataforma Netflix. Quizá ya vieron la peli o la serie, ¡pero no por eso deberían dejar de leerlas!
🎬 Películas:
Moxie, de Jennifer Mathieu (VRYA)
Vivian vive en un pequeño pueblo de Texas en donde todos tienen derecho a opinar sobre las mujeres, en especial sobre las mujeres jóvenes. En la escuela a la que asiste rige un absurdo código de vestimenta que solo se aplica en las chicas y que le permite a los varones decir cualquier barbaridad sobre sus compañeras, eximiéndolos de toda culpa.
Cansada de esta situación, y alentada por el pasado punk de su madre, Viv decide crear “Moxie”, un fanfic feminista en donde alienta a las estudiantes a revelarse contra el injusto sistema. Lo que parece ser una pequeña muestra de rebeldía se termina transformando en un cambio social importante, que saca a la luz terribles hechos de violencia de género.
A todos los chicos de los que me enamoré, de Jenny Han (Planeta)
Lara Jean perdió a su madre cuando era muy pequeña y eso la llevó a ser una persona retraída y solitaria, que depende mucho de sus hermanas y su papá. Esto también la hizo idealizar el amor y ser súper enamoradiza, al punto de escribir cartas a todos los chicos de los cuales se enamoró como forma de catarsis. No piensa enviarlas, solo quiere plasmar en papel lo que siente para poder cerrar cada ciclo. Un día, esas cartas que guardaba con recelo, misteriosamente llegan a sus destinatarios y la vida tranquila de Lara Jean da un vuelco radical viéndose envuelta en dramas adolescentes que pensó que nunca iba a vivir.
A pesar de esta premisa y de la sinopsis del libro, esta historia no es solo una novela romántica, abarca de una forma muy profunda y especial lo que es el amor entre hermanos y lo importante que son los vínculos familiares para Lara Jean.
Violet y Finch, de Jennifer Niven (Planeta)
Violet y Finch se conocen en el campanario de la escuela. Específicamente en el borde del mismo. Finch está pensando en saltar cuando ve que no está solo, Violet también está en el borde. Por alguna misteriosa razón, él decide intentar impedir que ella salte, y a partir de ese momento el lazo que los une irá creciendo día a día.
Juntos irán descubriendo la belleza de ciertos lugares y situaciones que antes de conocerse no eran capaces de apreciar. Y a pesar de que juntos se entienden y son felices, los problemas de salud mental que sufren son más complicados de lo que ellos mismos creen.
Esta es la historia de una chica que aprende a vivir luego de una tragedia, gracias a un chico que quiere morir. Un libro que habla sobre la depresión y el suicidio sin vueltas, sobre lo importante que es hablar de salud mental, en especial con los adolescentes, y de lo difícil que es para una persona que sufre de alguna enfermedad mental explicar qué es lo que esta viviendo.
Anónima, de Wendy Mora (Planeta)
Esta es una historia súper corta, no llega a las 140 páginas y se lee de una sentada. Wendy Mora nos introduce, de manera súper ágil, fresca y divertida, en la vida de dos adolescentes mexicanos que se conocen de una forma un poco peculiar.
Alex conoce a una chica a la cual le pide su celular, ésta accede a dárselo, pero cuando Alex comienza a mandarle mensajes de texto se da cuenta de que la chica le dio un número equivocado.
Elizabeth no sabe quién es el chico intenso que la molesta por mensaje, intentó ignorarlo y hasta le dijo que tenía el número equivocado, pero él siguió escribiendo, y ella siguió respondiendo.
La relación virtual, por así decirlo, de estos jóvenes va a ir creciendo a medida que las páginas vuelan, pero lo que ellos no saben es que en realidad ya se conocen en persona.
Una historia de amor juvenil muy tierna y divertida.
🎬 Series:
Alguien está mintiendo, de Karen M. McManus (Alfaguara)
Cinco estudiantes entran al aula de detención. Cuatro salen con vida.
Simon ha muerto y sus compañeros de castigo son los principales sospechosos.
¿Qué razones tendrían cuatro estudiantes para querer asesinar a otro? La respuesta es: muchas.
Simón tenía una app en donde publicaba los más oscuros y vergonzosos secretos de los estudiantes de Bayview, sin importarle las consecuencias, lo cual hacía que no fuera muy querido por el cuerpo estudiantil, incluidos sus cuatro compañeros de detención.
Estos cuatros jóvenes aseguran ser inocentes, y para poder probarlo deberán aprender a trabajar y confiar en entre sí, intentar salir del lío en el que Simon los metió, y quizá hasta averiguar quién lo mató.
Un thriller súper atrapante, con dramas y romances adolescentes, y unos giros más que inesperados, que hicieron que esta novela fuera una de las más pedidas del verano.
Cleptómanas, de Kirsten Smith (Nube de tinta)
Esta novela está narrada desde tres puntos de vista distintos. Por un lado tenemos a Moe, que es la típica chica rebelde con la peor reputación en la escuela, después está la bella y popular Tabitha, y por último, la chica nueva y algo extraña, Elodie. Aparte de asistir al mismo colegio, lo que estas jóvenes tienen en común es que son cleptómanas, un trastorno que las impulsa a robar.
Las tres forman un extraño lazo luego de una reunión para cleptómanos anónimos a las que deben asistir. Esta amistad, que nadie podría esperarse, va creciendo a medida que cada una de los personajes va enfrentándose a lo que las llevó a robar.
Un libro corto, dinámico y con mucho gancho.
Sombra y Hueso de Leigh Bardugo (Hidra)
Ravka está dividida por La Sombra, una oscuridad antinatural plagada de monstruos. Alina vive en esta ciudad, aislada por esta extraña Sombra, su única compañía es su mejor amigo Mal, por el cual daría todo. Él es un rastreador y ella cartógrafa, forman parte del Primer Ejército, juntos tienen una misión en uno de los barcos que cruza La Sombra. Mal sufre un accidente debido a un ataque por parte de las criaturas que circulan en la oscuridad, llamadas volcra y esto despierta un poderoso don en Alina, lo que la convierte en una Grisha, una maga.
Ante este descubrimiento, es llevada ante la corte real para ser entrenada por El Oscuro, jefe del Segundo Ejército, compuesto solo por grisha, como una maga de élite y servir al Rey de Ravka. Alina cree que quizá por fin pueda encontrar un lugar al cual pertenecer.
Por trece razones, de Jay Asher (VRYA)
Un día Clay recibe en una caja de zapatos, cassettes, esas reliquias que se ponían en las radios y uno escuchaba. Curioso, Clay, presiona play y queda en shock cuando la voz de Hannah sale de los parlantes.
Hannah está muerta. Se suicidó.
Pero antes de llevar a cabo el acto que le quitaría la vida grabó trece cintas, una para cada persona que ella considera que la llevaron a tomar esa última decisión. Clay no entiende lo que está pasando, pero el mensaje es claro: debe escuchar todas las cintas, si la caja llegó a él es porque aparece en una, al terminar, debe enviarle la caja al siguiente.
A través de estas grabaciones, Clay irá conociendo lo que pasó en la vida de Hannah, lo que significó él para ella y comenzará a entender que la vida es mucho más complicada de lo que uno cree.
Algunas de las adaptaciones de Netflix son más fieles que otras. No me molesta las libertades que se han tomado con estas historias, considero que la pantalla puede ofrecer algo distinto al libro y que eso no tiene porqué ser necesariamente malo, siempre y cuando la esencia del libro esté presente. Obvio que no todos opinamos igual, de hecho me gustaría saber qué opinan ustedes sobre este tema.
¡Les leo!